Monday, December 12, 2011
Low - C'mon (Sub Pop, 2011)
Tuesday, November 02, 2010
Un Festivo Sin Periódicos

Primero, necesito hablar sobre Nick Cave. En la entrevista que le hace Ruben Pujol en la Rockdelux de este mes con motivo del lanzamiento del segundo trabajo de Grinderman, he vuelto a tener esa sensación de eclipse solar. Como si su personalidad fuera tan grande e imponente que tapase toda la luz aprovechable por el resto de mortales. Cuando acabas de leer cualquier respuesta que da, piensas “Joder, claro, que bien dicho y que poco prepotente suena con sus palabras”. Algo parecido a lo que debe de pensar cualquier emo alemana después de escuchar una canción de Tokyo Hotel. El hecho es que no he escuchado el nuevo trabajo de Grinderman, ni falta que hace. Saber que grabaron el disco en un estudio durante cinco días sin tener nada escrito ni preparado, y no tener ni un ápice de duda de que el disco es mejor que la mayoría de los que han salido este año, sólo puede pasar con un genio de su talla. Cada uno de sus proyectos puede estar más inspirado o menos, pero cada parte tiene esa lección de actitud y calidad que sólo él les sabe imprimir. Como los partidos del Barça. Encima dice que cada día va a trabajar a la oficina. Hijo de puta. Nick Cave es un modelo a seguir a nivel de personalidad y presencia. Sí. Yo de mayor quiero ser como él.
Segundo, debería hablar de Deadwood. Ayer por la noche empecé la segunda temporada. Acabé la primera con emociones contradictorias. Por una banda, satisfecho por la atmósfera que me había transmitido y por Al Swarengen, uno de los personajes más grandes que nunca hayan existido. Me faltó algo de ritmo y sobretodo un poco más de trascendencia, tanto en las relaciones como en la representatividad de un momento sucio e importante de los Estados Unidos. La segunda temporada empezó con fuerza, con nuevos personajes y nuevas situaciones que prometen horas de peleas, envidia y cerdos chinos. Eso sí, hay cosas que no cambian; el peso protagonista sigue cayendo sobre Seth Bullock, interpretado por uno de los peores actores que nunca ha salido en HBO, Timothy “Gallifante”. Absolutamente odioso.
Tercero, durante el día vi hasta tres películas y todas de corte muy distinto. Antes de comer, el viaje de Terry Gilliam al imaginario del Doctor Parnasus. Un mundo mágico alejado de la belleza de la fábrica de Willy Wonka y más cercano a la sucia realidad de Brasil. Queda retratado un Londres suburbial e irónico, y destaca por encima de todo una caracterización magnífica. Aviso para navegantes: Hay que ser fan. Si no te crees las abstractas líneas de Gilliam, la peli puede acabar haciéndose demasiada curva y aparentemente superficial. El teaser de “última película de Ledger” no es suficiente para que el ojo convencional la disfrute. Los trucos narrativos para esquivar su muerte son menos resolutivos que como me los pintó la crítica, pero las grandes actuaciones de sus sustitutos (Law, Farrell y, sobretodo, Depp) hacen que queden camuflados. Por cierto, Tom Waits es otro genio de nuestra generación.
Después de comer vi New York, I Love You; la réplica de la gran manzana a “Paris, Je T’Aime”. Por si no conocéis la idea, imaginaros un conjunto de cortos con gente guapa en partes molonas de la ciudad. No difiere mucho de la estética de las tragicomedias de pequeñas historias cruzadas (todas deudoras de la obra maestra de Altman), sólo que en este caso no están interrelacionadas. Molan la de Fatih Akin y la de los abueletes, y hay algunas ridículas como la de James Caan y su hija inválida o innecesarias como la de Adriana de Los Soprano. Pero bueno, bien, entretenida. Para ver con la novia, mejor que cualquier otra comedia romántica.
Y me falta la que vi antes de cenar. The Men Who Stare At Goats. Aburrida y malosa. Y mira que me gustan todos los actores que salen (Jeff Bridges, Ewan McGregor, George Clooney y Kevin “dónde te has metido?” Spacey). Nada, una tontería que ni entretiene. Queda como una anécdota sin demasiada gracia.
Sunday, September 05, 2010
Boardwalk Empire (Revisited)
Otro disco recomendable es el Gemini (Captured Tracks, 2010) de Wild Nothing. ¿Cómo os lo resumo? Imagino que la comparación más recurrente debería de ser Real Estate. O mejor: Real Estate con Atlas Sound de banda de amopañamiento. O no, aún mejor: Real Estate con Atlas Sound de banda de acompañamiento haciendo versiones de Field Mice. Puesto en vocabulario pitchforkiano, el disco tiene una estructura de jangle pop veraniego con una cortina de distorsión que da al oyente la sensación de gravedad cero. Aunque es un disco bastante directo y melódico, no es del todo transparente. Yo diría que es translúcido, pero muy luminoso; como una weißbier a contraluz. El sonido lo-fi abstracto del conjunto sería la parte “Atlas Sound como banda de acompañamiento”; aunque la electrónica que la banda de Brian Cox usa con maestría para harmonizar, los chicos de Wild Nothing la llevan a los ochenta petardos y a los pantalones Micolor. La homogénea atmósfera global del disco se rompe en ocasiones con pedazos de inspiradísimas melodías del mejor pop de los últimos años (véase “O Lilac” o “Chinatown”). Muy recomendable.
Pero lo que yo venía a presentar era la nueva serie de la HBO y uno de los estrenos más esperados de la temporada: Boardwalk Empire. La serie tiene una increíble carta de presentación: escrita por Terence Winter (The Sopranos), producida por Martin Scorsese (productor ejecutivo y director del piloto), con capítulos dirigidos por Tim Van Patten (The Sopranos, The Wire, The Pacific, Roma, Deadwood) y protagonizada por Steve Buscemi y Michael Pitt entre otros. Situada en la Atlantic City de los años 20, la época de la ley seca, donde mafia y política eran una sóla cosa. Pintaca.

Por cierto, ayer empecé Treme y acabé la primera temporada de Californication. Lo de Treme; delicatessen. Como una caja de buen vino. Recuperé esa sensación que se me quedaba en el paladar después de ver un capítulo de los Soprano. Y Californication; bien. La he empezado en un buen momento, aprovechando la caída libre de Entourage, que ya empieza a no aguantarse por ningún lado. A ver si le dan el Oscar al pobre Vince ya y la cerramos. Californication da con el mismo tono decadente del Los Angeles de chalet, porsche y éxito truncado, pero usa un paleta de colores más bukowskiana que le permite pintar cuadros bastante más profundos. Bien. A ver qué tal las siguientes temporadas. Tengo pendiente un post / alabanza a The West Wing, que acabé hace poco y creo que merece más atención de la que tiene, siendo la mejor serie de televisión pública de la historia. Mañana os cuelgo una pequeña reseña sobre la última edición de los Emmy.
Friday, September 03, 2010
The Flaming Lips + Dinosaur Jr + Deerhoof

Pero ahí estaremos la noche del 1 julio escuchando tres discos en directo. Seguramente abrirán Deerhoof. Ayer por la noche desempolvé el disco en cuestión. Realmente, es uno de los grupos más freaks que figuran en mi estantería. Los descubrí con The Runners Four, pero este Milk Man fue el disco suyo que me cautivó. Dice allmusic que es conceptual, pero yo a esta chica no la entiendo ni que cante en español. De hecho, canta en español en este disco; esa mezcla de Radiohead y reggeaton llamada “Desapareceré”. La cara A del disco es lo más “song-oriented” que habían hecho en toda su carrera y tiene un par de temas muy inmediatos y pegadizos que deben de ser pepinazos en directo (“Rainbow Shiluette…” y su gran hit “Milk Man”). “Giga Dance” es una mezcla de pop amable y rock progresivo que aún hoy me sigue sorprendiendo. La looposa y minimalista “Dog On The Sidewalk” da entrada a los Deerhoof en estado puro, los de “C”, los de la críptica mezcla de música infantil y rock pesado y progresivo. En la segunda parte destaca el pop guitarrero de “Milking”, rompe-tímpanos y con aires a Black Sabbath. También las baladas ensoñadoras “Dream Wanderer’s Tune” y “New Sneakers”, que junto con la inocente y punzante “That Big Orange…”, son otros puntos álgidos de un disco que nos presenta a unos Deerhoof accesibles y divertidos.
Seguiré contando cosas de Dinosaur Jr y Flaming Lips, pero no creo que necesiten mucha presentación. Os dejo “Milk Man”, primera canción de uno de los discos con la portada más fea de la pasada década:
Wednesday, August 25, 2010
Ronda de Presentaciones
Edwyn Collins
Edwyn Collins es la referencia del renacer de la música escocesa de los últimos tiempos. A finales de los 70 formó el conjunto pop Orange Juice, uno de los más influyentes nunca salidos de Glasgow. You Can Hide Your Love Forever, su disco de debut, fue un éxito de público y crítica y se pueden ver rastros de él en un amplio abanico de discos de compatriotas suyos que incluye Teenage Fanclub, Belle And Sebastian o Franz Ferdinand. Sus otros dos trabajos son de corte más ecléctico, con aires claramente ochenteros, y dieron entrada a un beat más funky y unas melodías más soul.
El éxito comercial, pero, no le llegó en los ochenta. Después de un tiempo en la sombra, intentando proyectos que nunca llegaban a fructificar, llegaron los noventa y con ellos un contrato discográfico, la ayuda de Roddy Frame y una nueva carrera en solitario por delante. En sus primeros intentos siguen dejándose notar los ritmos ochenteros, pero su música cada vez es más reflexiva y elaborada. El éxito comercial le llega con el aplastante Gorgeus George (Setanta, 1995) y su hit "A Girl Like You". El disco gira alrededor de su grave voz -un poco más versátil que la de Richard Hawley, para que os hagáis una idea- y de unas preciosas composiciones. Letras punzantes, sinceras y memorables como la segunda parte de la canción que abre el disco, que ya ha sido protagonista de alguno de los discos semanales de este blog.
En 2005 sufrió una hemorragia cerebral, de la que afortunadamente se recuperó sin secuelas después de seis meses de cirugía. Algunos afortunados ya lo pudieron "disfrutar" (si es que este verbo se puede relacionar a un concierto en el contexto de ese festival) en el Summercase. Los que no, nos quitaremos la espinita. Cabezón de cartel.
Wavves
Van a pasar a la historia como los mimados de Pitchfork. El niño prodigio que nunca llegó a lo que se esperaba de él. El Guti de la música independiente. La palabra hype personificada. El de la riña con su batería en el Primavera Sound. Palabrería. Nathan y sus Wavves tienen temas para darse un buen atracón de pop-punk de decibelios. Bravo por el Primavera por no dejarse caer en la tentación de no volverlos a traer. Wavves tendrán su reválida en una sala como dios manda y ahí estaremos con la cámara preparada por si Nathan se lía a hostias con alguna pobre alma que pase por ahí.
Jaill
Yo creo que no debe haber mejor manera de emborracharse que con estos recién licenciados en esto de la música. Su disco That's How We Burn (Sub Pop, 2010) debería sonar en todos los bares del Paral·lel durante el Primavera Club. Una de estas bandas que transmiten energía positiva, ganas de bailar, cantar y pasárselo bien. Canciones sencillas, muchas de ellas de esqueleto punk con recubrimiento de un fino y directo pop al más puro estilo Muslims o Harlem.
John Grant
El primer disco en solitario del que fuera líder de los extintos Czars, Queen Of Denmark (Bella Union, 2010), ha sido una de las sorpresas del año. Su hipnótica voz nos va mostrando unas canciones perfectas, facturadas con una orquestación de piel de gallina; como grandes rayos de luz encerrados dentro de bonitos potes de porcelana. Tiene un poco del pop nórdico de Kings Of Convenience y de las irónicas melodias de Roddy Frame, pero sobretodo es un giro de tuerca más a su etapa con Czars. Así que, fans del grupo y curiosos del pop de cámara, ya sabeís que no podéis perderos este concierto.
Por cierto, compartió una época con Midlake y Flaming Lips, girando con ellos como músico subcontratado. Los primeros le han apoyado instrumentalmente en este álbum y de los segundos se le ha quedado algo de su freakismo en las letras (véase la AOR "Sigourney Weaver").
Pero es que además, en esta misma tanda de confirmaciones están otros nombres importantes como Zola Jesus, Beach Fossils o Mount Kimbie. Intentaré hablar de ellos más adelante.
Friday, January 22, 2010
Menciones

Habrá algunos discos que no llegarán a la lista de los mejores del año, pero que aún así merecen ser mencionados. El nuevo de los Wave Pictures, por ejemplo. La continuación de su aclamado LP de debut ha seguido un sendero más delicado y hermanduneano. Pop que casi sería mejor tocar con contrabajo que con bajo. Las trompetitas dejan de ennervar los temas para pasar a darles un toque de música de cambra preciosista. Lejos quedan esas maquetas sucias sobre los colores de los aviones en Brescia. Salen airosos del intento y se les sigue augurando una larga carrera de éxito. A Bonnie ‘Prince’ Billy se le da por obvio. Un buen disco suyo ya no es noticia y queda ensombrecido por los muy buenos discos que ha sacado en los últimos años. Me sigue pareciendo increíble que Daniel Johnston pueda sacar discos al nivel de este Is And Always Was. Aunque el disco no aguante el ritmo en su integridad, se vislumbran picos inspiradísimos que siguen encumbrando a Johnston como uno de los grandes cantautores de la historia. El disco de Clem Snide jugaba con el handicap de haber salido muy temprano. El problema de esto es que la valoración relativa con los discos de diciembre queda sesgada. Los discos, como Benjamin Button, envejecen de manera –normalmente– imprevisible. Muchas veces el fervor que crea una novedad cuando aparece, se difumina con el paso de los meses. Como no ha dado tiempo de que esto suceda con los discos del último trimestre, los que pringan son los de enero. Hungry Bird, no lo olvidemos, es la consolidación de Clem Snide. Un disco necesario en su carrera. La madurez transformada en diez trocitos de cielo. Eef Barzelay está en su pico creativo y lo demuestra trabajo tras trabajo, sea en la forma que sea. A Polvo les clasificaremos como uno de esos grupos que han vuelto porque tienen algo que decir. Su nuevo disco sigue siendo pop hiperactivo camuflado con pinturas de guerra rockeras. No, no llega al nivel de sus discos de los noventa, pero sigue siendo un placer escucharles.
Además, otros discos como el nada desdeñable There Is No Enemy de Built To Spill o el nuevo de Dan Melchior Und Das Menace, podrían haber entrado perfectamente en la lista también. Pero hay que escoger a sólo unos cuantos…
Thursday, January 07, 2010
The Flaming Lips. Embryonic

Creo que el nuevo disco de los Flaming Lips es una buena excusa para discutir un rato sobre música. Los de Oklahoma son un icono del indie americano de los 90. Siempre de la mano de Grandaddy y Mercury Rev, reinventaron la psicodelia y la vieron desde otro punto de vista, la transformaron en un caramelo ácido. Como un trocito de limón bañado en chocolate derritido. Los Lips consiguieron hacerse un hueco y ser uno de los grupos más carismáticos y queridos del universo alternativo. Desde que empezaron, a finales de los lejanos ochenta, han sido un grupo claramente orgánico y cambiante. Su sonido ha evolucionado álbum tras álbum. Se han vestido el mono de la psicodelia en Oh My Gawd!, el traje de héroes del college-rock americano con Transmissions From The Satellite Heart e incluso las gafas de científico loco en su experimento llamado Zaireeka.
Esta diversidad de caminos parecía que encontraba un punto común en Soft Bulletin, un álbum complejo y accesible que les asentó en un registro más pop. Todos los hilos de sus anteriores discos quedaban atados y concluidos. En Yoshimi Battles The Pink Robots acentuaron su postura pop, pasando a ser éste el sonido estandarte de la banda. Sus compañeros generacionales fueron cayendo en combate. Parecía que este sonido conclusivo que les había funcionado en sus dos últimos intentos se había gastado de ideas y ese camino sólo podía derivar hacia un triste epílogo. Conscientes de ello, en 2006 intentaron dar otro giro de tuerca con At War With Mystics pero les faltó una pizca de inspiración.
Dicho esto me gustaría parar un momento para dar una visión más subjetiva del grupo. Siempre me ha parecido un grupo un pelín sobrevalorado. Hay muchos flancos por donde atacarles pero voy a decir simplemente que sus discos no acostumbran a ser completos. Cuando hacen canciones se salen, realmente son una fábrica de temazos. Pero cuando escuchas uno de sus discos parecen faltos de ideas para terminarlo. Han sabido aprovechar esta característica y han explotado su vertiente más lúdico-festiva (contando con las canciones que más se prestan a ello) para convertirse en un grupo de directo. Sus directos son una explosión de colores y optimismo. Sus discos libros de cuentos con highlights y oscuras páginas aburridas.
Cerrando el paréntesis, parece que el golpe que se llevaron en 2006 por el flanco de la crítica no se ha repetido esta vez. Embryonic está en la mayoría de las listas de lo mejor del año. Parece que lo han vuelto a hacer, han redirigido su música hacia un lugar antes inexplorado. Como dirán la mayoría, se han reinventado. Este álbum tiene un sonido mucho más sucio y pierde toda la accesibilidad de sus otros discos de esta década. Abandonan el pop yeah-yeah-yeah con el que incendiaban sus conciertos. Embryonic es más bien implosivo y evocativo. Es onírico, como sus anteriores trabajos, pero ahora no lo es por mágico sino por abstracto. Es un disco caótico y sin ningún orden concreto. No es conceptual como se puede leer en muchas críticas; como siempre, han ido al espacio y han vuelto hablando de las mismas tonterías de siempre.
Aquí Wayne Coyne suena mucho más lejano, pierde la presencia que normalmente tenía. Ahora la fuerza recae en sus complicadísimas composiciones, en esos entramados electrónicos (o más bien de ruidos irreconocibles) que parece que no tienen la intención de llevarnos a ninguna parte. En varios casos es así, son laberintos sin salida, pero en alguna ocasión nos encontramos con un final y vemos la luz: los Flaming Lips no están muertos, sólo estaban de parranda. Aún son capaces de escribir canciones perfectas. Ahora ya no es pop perfecto, sus temas tienen una belleza un poco más rebuscada, pero siguen siendo cojonudamente perfectos.
Aún así, apreto el freno para recordar que me sigue faltando una pizca de sal para considerarlo uno de los grandes discos del año. Flojea dependiendo del paraje por donde pases y esto, a estas alturas, debería ser imperdonable. Los de Oklahoma han vuelto a empezar y este es un buen comienzo... pero pueden ser mucho mejores. Creo que hay, por lo menos, 20 discos mejores que este en 2009, por lo que no va a estar en mi lista de lo mejor del año. Feliz año, por cierto.
Friday, September 18, 2009
Frontwards

Tienen cinco discos de estudio: Slanted And Enchanted (1992), Crooked Rain Crooked Rain (1994), Wowee Zowee (1995), Brighten Corners (1997) y Terror Twilight (1999). Si no lo habéis hecho, no olvidéis zambulliros en su material menos fácil de encontrar: EPs, caras b y otras rarezas. Una buena manera de hacerlo es comprando las ediciones especiales de sus cuatro primeros discos. De verdad que valen la pena. Si no os compráis el póstumo Terror Twilight, no creo que pase nada; de hecho, estoy prácticamente seguro que el mismo Malkmus no os lo recomendaría.
Dicho esto, sólo me queda desear que decidan parar en algún sitio cercano a mi casa para tener que dejar de imaginármelos.
Wednesday, October 17, 2007
Novedades


Después cuelgo unos cuantos más
Tuesday, August 07, 2007
Guided By Voices - Bee Thousand

Había una época en que el indie era indie, se grababan discos en cassettes caseros y en que la publicación de un álbum era más azar que otra cosa. Estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. O tal vez, no. Los de Robert Pollard llevaban en ese sitio mucho tiempo, desde la segunda mitad de los ochenta; pero no fue hasta 1994 cuando Bee Thousand llegó a oídos de algún magnate de Matador y pasaron a ser un icono del rock alternativo americano. ¿Que a qué suena? Pues antes que nada suena fatal. Suena como si lo hubiesen grabado en su casa con el micro de la webcam. Empieza frenético con temas que recuerdan al rock progresivo más melódico o a las canciones más redondas de los sesenta ("Buzzards And Dreadful Crows", "Tractor Rape Chain"). Pueden aparecer desde baladas AOR a himnos post-punk. En definitiva, un disco que todo mortal debe tener. No tardéis.