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Thursday, March 14, 2013

Back To The Stone (Las Mejores Canciones De Dos Mil Doce)




Cara A
01. Lee Fields & the Expressions - Faithful Man
02. Matthew E.White - Steady Pace
03. Mac DeMarco - Freaking Out the Neighborhood
04. Woods - Back to the Stone
05. Bowerbirds - Tuck the Darkness In
06. The Wave Pictures - Spaghetti
07. The Magnetic Fields - Quick!
08. Liars - No.1 Against the Rush
09. Japandroids - Fire's Highway
10. Bob Mould - The Descent
11. Nude Beach - Radio
12. Woollen Kits - University Narcolepsy
13. The Mountain Goats - Amy aka Spent Gladiator 1
14. Beachwood Sparks - Forget the Song
15. Lambchop - Gone Tomorrow
16. Damien Jurado - Working Titles
17. Neil Halstead - Digging Shelters

Cara B
01. King Tuff - Bad Thing
02. Cloud Nothings - Wasted Days
03. The Men - Candy
04. The Black Swans - Joe Tex
05. Andrew Bird - Give it Away
06. Spiritualized - Hey Jane
07. Dignan Porch - Picking Up Dust
08. Animal Collective - Today's Supernatural
09. Chromatics - Into the Black
10. Chris Cohen - Rollercoaster Rider
11. Gentleman Jesse - Word Gets Around
12. Dinosaur Jr - Pierce the Morning Rain
13. Titus Andronicus - Upon Viewing Oregon's Landscape...
14. The Fresh & Onlys - 20 Days & 20 Nights
15. Dominique A - Rendez-nous la Lumière
16. Jaakko - Mittens
17. The Tallest Man on Earth - 1904
18. The Felice Brothers - Dream On



Aquí os lo dejo, espero que lo disfrutéis. La intención es que sea fácil y fresco, que haya momentos para todo y que tenga coherencia narrativa (aunque con 35 canciones es difícil pensar que pueda aguantarse como disco). Tomároslo como una recopilación de canciones que o bien os resuman un buen año de música u os hagan descubrir algunas piedras que os dejasteis por el camino. Sé que lo de los links de descarga es algo de la década pasada, pero Spotify aún no tiene todas las licencias que debería tener. De todas maneras, os dejo aquí un link para que podáis escuchar las que sí que están.

Dejadme recomendaros la que para mí ha sido la canción del año: "Working Titles" de Damien Jurado, una de las canciones más bonitas que se han escrito en muchos años. Es un hilo de luz en un álbum sombrío. Un grito de esperanza enmudecido. Y de tacón, una de las frases más punzantes contra la crítica musical que se han escrito nunca: "In the end you're a fool like a journalist, who turns what she's seing into business". Tuvimos la suerte de verle en directo en un precioso auditorio en Badalona y ésta destacó por encima incluso de algunos de los grandes clásicos del repertorio de Jurado. He encontrado una grabación digna de uno de sus directos, y con lo que cuestan estas cosas últimamente, no puedo hacer más que dejárosla por aquí:


Hasta el año que viene

Monday, February 11, 2013

Mejores Álbumes de 2012 (Introducción)

Comparto con vosotros los veinte discos que más me han gustado de 2012. Como siempre, quiero dejar constancia de algunos discos que no han entrado pero sin los que tampoco podría explicar mi año. Creo que hay que hacer un ejercicio de objetividad con la crítica musical, tener una perspectiva amplia, que escape de éxitos circunstanciales e intentar ir un poco más allá. Estas listas quedan dichas y escritas, y hay una variable de universalidad en la elección de los veinte mejores discos que es importante mantener. ¿Este disco tiene recorrido, puede seguir creciendo con el paso de los años? De la misma manera, pienso que hay que ser capaz de valorar los discos de los grupos como una parte -en algunos casos grande, en otras pequeña- de un todo, de una carrera. A parte de ser muy difícil, es contraproducente aislarlos como un todo.

Por estas y por otras muchas razones, han quedado fuera discos tan buenos como el nuevo de Animal Collective: un pepinazo en toda regla, con temas muy buenos, pero un pelín irregular y por debajo de las altísimas expectativas. O los de King Tuff o Gentleman Jesse, dos de mis discos del verano. El nuevo de Dan Deacon, que me ha hecho redescubrir el anterior -muy superior a éste- y valorarlo como es debido. El segundo de Mac DeMarco, un buen exponente de esta nueva música tendenciosa que se escucha por todas partes. Me he quedado con ganas de meter a Mountain Goats, que siempre se quedan a las puertas y nunca obtienen el reconocimiento que su carrera sin duda merece.

En definitiva, los discos a continuación son la punta de un iceberg profundo, pero creo que son la mejor representación de un año de buena música

Mejores Álbumes de 2012 (Del 1 al 9)


01 THE BLACK SWANS – DON’T BLAME THE STARS (Misra)

Me tomo la licencia de incluir uno de esos discos que se escapan del año anterior como mejor disco de 2012. Don’t Blame The Stars es uno de esos regalos minúsculos de un valor inimaginable. Como unos Tindersticks dylanescos, se alejan del folk más pretencioso e inquieto de Change! (Southern Music Dist., 2007), para dilapidar su disco más country hasta la fecha en poco más de media hora.  En 2008, cuando empezaron las sesiones de grabación del disco, murió el violinista del grupo, aparcando la producción hasta la recuperación anímica de todos ellos. Sobretodo de Jerry DeCicca, alma mater de la banda, cuyo sufrimiento se tradujo en una vuelta a lo básico, en intentar buscar la pureza en la música y dejar de abrir puertas desconocidas. La pérdida lo empujó a rebuscar entre sus raíces -Joe Tex, Jimi Hendrix, Roy Orbison, Sam Cooke,... todos citados en las letras- y a escribir sus canciones más personales. Por si fuera poco, algunos de los temas vienen acompañados de una breve introducción hablada, donde DeCicca se apropia más de las historias y las contextualiza en su propio lienzo experiencial. El resultado es de orfebrería. Me los imagino grabando en una tienda de antigüedades, con una sonoridad perfecta y todo a la primera toma. Nos ponemos, te lo contamos y te quedas con la boca abierta. No dejéis pasar la oportunidad de volver a disfrutar con un disco.


02 MOUNT EERIE – CLEAR MOON (P.W. Elverum & Sun Ltd)

Os dirán por ahí que este disco no se entiende sin su continuación, Ocean Roar, publicado también este año. Y tendrán razón, pero de la misma manera que no se entiende sin la perspectiva de toda su carrera. Creo que Clear Moon es mejor que Ocean Roar, aun siendo su preludio. Es por cómo Elverum maneja esos periodos de tensión que provoca la calma antes de la tormenta. Clear Moon es esa hora cuando el cielo se ennegrece, los pájaros vuelan bajo y la gente se precipita por las calles temiendo lo peor. Guitarras sintetizadas como colchón de melodías cinematográficas. La base de teclados es el dedo que repasa tu espalda de arriba abajo sin parar, la silenciosa y persistente percusión es el miedo que no te permite parar de andar y las guitarras y voces son el confort de tener la luna, clara, mostrándote hacia dónde dirigirte. Que no os dé miedo su aparente oscuridad, vale la pena meterse en el bosque, con las escuchas las sombras se convierten en revelaciones magníficas. “Through the trees pt.2”, “The place I live”, “Lone Bell” o la lynchiana “Yawning sky” parten de lo simple para acabar construyendo atmósferas que son bellas por su austeridad. 


03 LAMBCHOP – MR.M (City Slang)

Uno de mis momentos del año pasado fue cuando Lambchop tocaron “2B2” en el Apolo. El control de los silencios y la voz de Kurt Wagner estuvieron a punto de llevarme a un momento Stendahl en toda regla. Mr.M es la reivindicación de Lambchop. Un homenaje a las cosas bien hechas, al preciosismo ilustrado. Aquí no quedan detalles por pulir. Como cuando pasas la mano por un trozo de madera robusta, pura, que aún sin estar barnizada es fina y no te clava ninguna astilla. En Mr.M manda el pacifismo de un mar en calma, los colores ocres desgastados y los aires cálidos del desierto. Érase una vez una gorra pegada a un hombre sabio, que nació ya maduro, reclutando sonidos de todas las épocas y colores, desde Hank Williams a la Velvet Underground. Lambchop sigue avanzando fiel a su ritmo lento y seguro. Este es uno de los mejores trabajos de su carrera.


04 WOOLLEN KITS – WOOLLEN KITS (Trouble In Mind)

Este cuarteto australiano ha sido la gran revelación de este año para mí. Puesto que es el típico grupo que lleva consigo una infinita retahíla de referencias, me he propuesto no ser menos. Bebiendo más del Calvin Johnson de Beat Happening y los Feelies que del rock australiano contundente, son como el aire fresco que entra por la puerta en las tardes calurosas de verano. Suenan nostálgicos, cañeros, divertidos. “University Narcolepsy” es pura C-86, imaginárosla con la voz de Amelia Fletcher. “Out Of Whack” debería ser el himno indie de la próxima temporada festivalera. En definitiva, un disco de otra época que corre el riesgo de quedar enterrado en el olvido. Corred la voz, merece la pena.


05 ANDREW BIRD – BREAK IT YOURSELF (Mom & Pop Music)

Cada año hay algún disco que se alza como una ciudad frente tuyo. Una ciudad con las aceras gastadas de tanto usarlas. Una ciudad que no tiene ni esquinas ni rincones inexplorados. Una ciudad con sólo caras que te resultan familiares. Llena de gente sabia, rica en culturas e inquietudes. Construida con casas arquitectónicamente ingeniosas, indestructibles. De tanto decirlo corro el riesgo de banalizarlo, pero Andrew Bird es un valor seguro; no tiene un disco flojo. Este año ha publicado dos. El primero, Break it Yourself, me parece de lo mejorcito de su carrera. Cada vez más ecléctico musicalmente y menos centrado en sus tramos de cuerdas looposos. Lo que corona Break it Yourself, sin duda, son las letras. Canciones de desamor con rencor poético, incluso barroco. Desde el concepto titular (“No one can break your heart / So you break it yourself”), pasando por la original analogía económica en “Give It Away” (“What would you have us pay? / I didn't know that your love was a commodity”), hasta una oda a la narrativa pasada por el prisma del proyector cinematográfico (“That forgetting, embellishing, lying machine”) o la tentadora voz de St.Vincent hundiendo los barcos de Bird en “Lusitania”. Andrew Bird sigue creciendo. 


06 LEE FIELDS & THE EXPRESSIONS – FAITHFUL MAN (Truth & Soul)

Soul de traje y corbata. De la vieja escuela. Fiesta, sensualidad, trompetas, I Still Got It. El álbum empieza por todo lo alto -ya las primeras notas de “Faithful Man” te fijan a la silla- pero es que la intensidad sigue altísima a lo largo de todo el álbum. “Wish You Were Here” es seguramente el punto álgido creativo, y tengo que reconocer que no puedo parar de escuchar la revisión romántica del clásico de los Stones “Moonlight Mile”. Me tiene enganchado de una manera muy bruta. Como disco, os diría que incluso me gusta más que My World (Truth & Soul, 2009) y ese ya era una obra maestra. No soy ningún experto del soul, funk o R&B -no os puedo decir si esto suena más “Chicago” o “Costa Este”- pero cualquiera que tenga el corazón más grande que las orejas seguro que va a disfrutar con Faithful Man. 


07 LIARS – WIXIW (Mute)

Liars son impredecibles. Junto a Deerhoof me parecen las dos propuestas más ricas que corren por el mundo actualmente. WIXIW es un giro electrónico a la música de los de Brooklyn y un cruce de sensaciones contradictorias. Mientras por un camino llega una tensión más oscura que una gasolinera de madrugada, por el otro llega una afabilidad y suavidad inauditas hasta ahora. “No.1 Against the Rush” es de las canciones más accesibles que han escrito nunca: TV on the Radio moriría por una melodía como esta. La base de “A Ring on Every Finger” podría ser considerada pseudo-hip hopera. “Ill Valley Prodigies” es como si los reyes del “multi-ruidito” Tunng se pusieran a versionar a Radiohead. “Flood to Flood” parece inspirada en la música oriental. En definitiva, WIXIW es la prueba que un acercamiento al drone siniestro puede ser bonito. 


08 SUN ARAW & THE CONGOS – ICON GIVE THANK [FRKWYS VOL.9] (RVNG)

Mi problema con Sun Araw es que su música me parece muy lejana, me cuesta mucho entenderla. Nunca he conseguido conectar. Rebobino. Os cuento. Los del sello RSVP tienen un proyecto –“FRKWYS”– en el que se dedican a juntar músicos contemporáneos vanguardistas con sus principales influencias, para que produzcan un disco conjunto. En este volumen 9, han juntado a The Congos -una de las bandas de reggae de los 70 que vivían en el regazo de Lee “Scratch” Perry- con los mencionados Sun Araw.  un proyecto experimental liderado por Cameron Stallones que pasa sus influencias africanas por un filtro psicodélico para conseguir un sonido ambiental, muy alejado de cosas que podéis tener en mente (Animal Collective, High Places, etc). El resultado es algo extrañamente precioso. El mundo paralelo de Sun Araw, su universo etéreo, se concreta. Todo cambia. Me parece un disco cercano, una caricia susurrada. Me parece un terreno más conocido y eso me da un punto de confort que yo necesito. Sí, soy así; no a los riesgos. La base reggae del disco lo hace mucho más digerible, mucho más tangible. Es un disco reflexivo, inspirador, que ha aderezado mis largos días laborables de 2012. Ha sido un buen acompañante de viaje.


09 GIANT GIANT SAND – TUCSON (Fire Records)

Decía Howe Gleb que la duplicación repentina del adjetivo se debía al engrandecimiento del grupo. No debería sorprender; Giant Sand siempre se ha definido como Gelb más un colectivo de músicos cambiante. Lo que sí sorprende es que para esta delicatessen de southern rock más americano que un paquete de Lucky Strike, la mayoría de los músicos sean daneses. Aires de Cohen y Reed, melodías cálidas y arrastradas, y el sello fotográfico de una de las bandas que mejor saben definir un paisaje con su música.




Sunday, February 10, 2013

Mejores Álbumes de 2012 (del 10 al 20)


10 GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR – ALLELUJAH! DON’T BEND, ASCEND (Constellation)

¿Os acordáis cuando se puso de moda lo del post-rock? Las críticas se derretían en elogios hacia esa música tan “adulta”. Pues bien, aquí nos encontramos, 2012, el revuelo de las canciones montaña rusa y las guitarras expansivas parece que ya no copa los telediarios, pero sigue habiendo gente que va dando vueltas de tuerca al Movimiento. Lo que me fascina de este disco es la gestión de los tiempos. Del post-rock al iniesta-rock. Me fascina cómo, sin brusquedad, consigue dejarte en el suelo sin que te des cuenta. También cómo fusiona tantas capas instrumentales heterogéneas en un solo bloque sólido. Incluso se permiten el lujo de empezar canciones con unas melodías balcánicas... y aquí no ha pasado nada. No he leído muy buenas críticas al respecto, tal vez las expectativas después de un silencio de diez años eran demasiado altas, pero desde mi punto de vista es, sin duda, uno de los mejores viajes atmosféricos del año.


11 JULIA HOLTER – EKSTASIS (RVNG)

Ekstasis tanto sirve como perfecto acompañante de pereza dominguera entre sábanas, como de copiloto en un paseo automovilístico por la ciudad pintada de luces de neon. El persistente canto de sirena de Holter es tentador. Parece que la intención del Holter es llevarse tu mente de viaje, de viaje borroso, como un sueño del que consigues recordar trozos pero nunca la historia completa. Me gusta que el disco no intente ser un monólogo unidireccional que pruebe de transmitir un mensaje claro, me gusta que intente ser la banda sonora de mi imaginación, que el centro sean mis pensamientos. Es un disco onírico y misterioso, pero si pretendemos describir su parte tangible -fuera del mundo de las ideas-, podemos referirnos a éste como un disco de pop de cámara hundido bajo varias capas de una electrónica más suave que el papel de váter más caro del súper. 


12 THE MEN – OPEN YOUR HEART (Sacred Bones)

Lo siento, The Men. En vuestra parcela de protagonismo ha tocado mi breve reflexión personal de cada año. Cada año que pasa, el folk y la vertiente más suave de la música “experimental” (feo apellido) van ganando espacio de escucha al rock y a los sonidos más fuertes. ¿Me hago mayor? Lambchop, Black Swans, Mount Eerie, Andrew Bird... ¿Qué me pasa? Yo antes era un rebelde y me estoy convirtiendo en un pijo sibarita. ¿Puede ser esta la respuesta al por qué mi éxito con las chicas está bajando al ritmo del rating español de S&P? Sólo me falta empezar a comprar discos de jazz. Por suerte, de vez en cuando, aún me entran ganas de estar en calzoncillos en mi habitación ponerme los cascos y The Men a toda pastilla. Imaginarme que soy una estrella de rock, escupir al público al principio de cada canción, secarme el sudor con la camiseta al final y cargarme los amplis en el bis. Espero que las ganas de seguir saltando encima de la cama duren mientras mi peso lo siga permitiendo. Gracias a Dios siguen habiendo buenos discos de rock. Perdón The Men, ahora sí, el escenario es todo vuestro: http://youtu.be/QSFAtieNonE


13 CLOUD NOTHINGS – ATTACK ON MEMORY (Carpark Records)

Es verdad, tengo predilección por este tipo de música. Pero igual de verídico es que muchos de los  grupos que la hacen caminan sobre un estrecho límite que separa lo atrevido de lo facilón. La bandita de Dylan Baldi había comprado muchos boletos para pasar al lado oscuro pero este año ha llegado “Attack On Memory”, su primera bandeja de material tangible -más allá de EPs y temas sueltos colgados en internet- debidamente producido. Steve Albini, ni más ni menos. La apertura con la incómoda (en positivo) “No Future/No Past” y la intensa “Wasted Days” ya son un paso adelante, toda una declaración de intenciones. Un guiño hacia la mesa de los Fugazi y un espaldazo a la de los Foo Fighters. Siguen habiendo canciones de estructura más convencional (“Stay Useless”, “Fall in”), pero juegan más a dar aire a los ejercicios más elaborados que a ser la columna vertebral del disco. He incluido “Attack on Memory” porque creo que es un disco fresco y cañero y Cloud Nothings un grupo que apunta maneras para seguir progresando adecuadamente.


14 MATTHEW E. WHITE – BIG INNER (Hometapes)

Folk gospeliano. Muy facilongo y de fugaz recorrido, pero resolutivo en las distancias más cortas. Suena muy cuidado, muy bien orquestado. Recomendado para fans de Little Wings y para quien Bon Iver se le quede corto. Voces hundidas en músicas espirituales, con ritmo y soltura. A veces se acerca un poco demasiado a R.Kelly, pero cuando parece que se va a quemar, consigue dar media vuelta y empezar otro camino. Su música y filosofía de vida queda bien retratada en el estribillo de “Steady Pace”: “As long as we are moving at a steady pace, baby, we can take our time”. Mola.



15 CHRIS COHEN – OVERGROWN PATH (Captured Tracks)

Un poco de historia. Chris Cohen ha sido durante muchos años guitarrista de Deerhoof y fundador de The Curtains, últimamente ha colaborado con celebridades del mundo indie como Ariel Pink o Cass McCombs. Este es un álbum pacífico, delicado, de los que funcionan como un reloj. He estado pensando en influencias, que siempre ayudan a que os metáis en internet a buscar algo suyo, pero me es complicado. Hay muchas cosas, pero poca obvias, al menos para mí. Hay un par o tres de canciones que suenan a Yo La Tengo, sobretodo “Rollercoaster Rider” y “Optimist High”. Igual también hay algo de Chad van Gaalen. Pop trotante y noventero, sonando como un lo-fi bien producido.



16 THEE OH SEES – PUTRIFIERS II (In The Red Records)

Zapatilla de la buena. Seguramente son la banda más en forma del panorama del rock psicodélico actual. Putrifiers II le da mil patadas al sobrevaloradísimo nuevo disco de Tame Impala. Imaginaos a los Kinks de viaje narcoléptico (ese estribillo de “Flood’s New Light”) o a la Velvet más garajera. Me parece su disco más maduro, un buen resumen de la diarrea creativa de los últimos años de la banda de John Dwyer y un inmejorable punto de partida para empezar a conocerles. Música con muchas caras, tanto te la imaginas en siendo tocada en el sótano más tenebroso de Bucarest, como en Woodstock en el 69.



17 WOODS – BEND BEYOND (Woodsist)

Ya sabéis que Woods han sido una de mis bandas fetiche en los últimos años. Este Bend Beyond es tal vez su disco más psicodélico, mucho más sesentero y distorsionado que sus anteriores trabajos. De hecho, al contrario que en Sun and Shade (Woodsist, 2011) o Songs of Shame (Woodsist, 2009), nos encontramos con pocos tramos paisajísticos. El riff de entrada de “Size Meets the Sound” podrían haberlo firmado los Black Lips, y en algunas partes del disco te preguntas si no has puesto un disco de Jefferson Airplane por error. Incluso se atreven a acercarse a unos años 50 modernizados en “Wind Was the Wine”, con dejes de Cass McCombs. “Is it Honest” y “Back to the Stone” son los temazos marca de la casa que van dejando caer en cada álbum. Su aparente repetitivismo acaba en el momento en que te sumerges en cada una de sus canciones. Otro sobresaliente para los de Brooklyn.


18 JAAKKO – RIGA (-)

No preguntéis cómo lo conocí, porque no me acuerdo. De hecho tengo muy poca información suya, no sé ni de dónde es ni su nombre completo. El caso es que acabé en su bandcamp y después de escuchar la primera canción de su cassette auto-producido, “Full-time Daddy (Part-time Punk)”, acabé pagando tres euros por una de esas descargas donde tú decides cuanto pagar. La comparación más obvia es Jonathan Richman. Esa anarquía poética, el espíritu naïf/intelectual, el aire DIY... Pero también hay influencias del pop nórdico de ukelele y trompetita o una versión amarga de los caramelos de Belle and Sebastian. De momento queda una inspiradísima aventura amateur, veremos si el señor nos deleita con más material en los próximos años. Quedamos a la espera.


19 TITUS ANDRONICUS – LOCAL BUSINESS (XL)

Aún sigo digiriendo “The Monitor” (XL, 2010), el último álbum de esta de banda de punk bourbonero de Nueva Jersey. En su momento no le encontré el qué, igual se me hizo grande. Un álbum conceptual sobre la Guerra Civil americana que, incluso en forma, escapaba de cualquier deje de simpleza. Han ido pasando los meses, ha ido creciendo y ha llegado a la cima justo cuando han publicado su siguiente referencia. Local Business empieza como un torpedo, incluso rallando a un nivel más alto que su predecesor. Las tres primeras canciones merecen un panteón en el cementerio del rock americano. Como si Deer Tick se lo tomaran en serio, o si Bright Eyes hubiesen compartido piso con los Ramones. El álbum es intenso, pero cercano: leí en una entrevista que son las canciones más biográficas que Patrick Stickles había escrito (imaginároslo en “My Eating Disorder o en “(I Am The) Electric Man”). Lástima que el último par de temas rebajen el listón, porque si no estaríamos hablando de una obra maestra.


20 SPIRITUALIZED – SWEET HEART, SWEET LIGHT (Fat Possum)

Entiendo que Jason Pierce genere controversia. Entiendo que Spiritualized sea un grupo criticado. Su música estaría más cómoda sonando a finales de los 90, con el público familiarizado con el pop armónico británico, con el shoegazing amable. Entiendo que se le critique la poca evolución en su creatividad, y es verdad, hemos escuchado una canción como “Too Late” en todos sus discos. Sí, la esencia de todos sus álbumes (post Ladies & Gentlemen) es parecida, pero las formas han cambiado... a mejor. Y es que hay un abismo de madurez desde Amazing Grace hasta Sweet Heart, Sweet Light. Jason nunca había sonado tan consistente como aquí, y no ha dejado de explorar nuevos campos psicodélicos. Nunca había escrito nada tan punzante como “Hey Jane”. Me da la sensación de que ha consolidado su sonido, que ha llegado perfeccionarlo y que a partir de ahora ha decidido dedicarse a pulir las formas en las que le da vida. El cierre con “So Long You Pretty Thing” es de lo mejorcito del año: http://www.youtube.com/watch?v=Mg_PqVgkSR0



Sunday, February 05, 2012

Lista de Mejores Discos de 2011

Por defecto acumulado a lo largo de los años, me cuesta dar carpetazo a un año de música y renovar mi librería hasta que no cierro la lista de los mejores discos del año. Aunque este blog esté en desuso, no hay mejor sitio para compartirla. Así que, allá voy, los 20+1 mejores discos del año en orden decreciente:

20+1. The War on Drugs. Slave Ambient (Secretely Canadian)

Sí, la marcha de Kurt Vile se ha notado, pero Granduciel ha sacado pecho. Por culpa de la cantidad de discos del estilo en los últimos años, cuando escuchas Slave Ambient por primera vez, avanzando por las perfectas "Best Night", "Brothers", "I Was There", vas esperando ese punto de inflexión en el álbum donde deja de ser todo matemáticamente precioso y empiece a sonar a música de ascensor. De repente el disco acaba y el silencio es tan molesto que tienes que volvértelo a poner. No sabes muy bien qué ha pasado, pero has estado sumergido en 45 minutos de placer continuo.


20. Deerhoof. Deerhoof vs Evil (Polyvinyl)

Siguiendo en modo hedonista, no hay nada más disfrutable que un disco de Deerhoof. El bizarrismo lo hace imprevisiblemente divertido, pero lo de estos chicos va mucho más allá de un collage de sensaciones. Sus deconstruídas composiciones son pretenciosos acercamientos al disco perfecto. Aunque cada año que pase sus melodías sean más familiares y tal vez menos arriesgadas, no quitan un ápice de interés a su trabajo. Siguen creando escuela.


19. Julian Lynch. Terra (Underwater Peoples)

En allmusic dicen que este señor es doctor en etnomusicología. El colmo de lo hipster. Terra es música triste sin pretenderlo. O igual la palabra no es triste, igual es felizmente melancólica pero hace falta un buen chute de drogaína. Suena a hippismo y a millones de colores distintos metidos en una coctelera. La voz de Lynch nos va guiando por bosques frondosos, pero con grandes clarianas y riachuelos. Vientos, sintetizadores, percusiones y guitarras enredadas, que se usan de una manera calculadísima para seguir pareciendo un disco minimalista. Una gran experiencia.


18. Wooden Shjips. West (Thrill Jockey)

Veo que os estáis durmiendo. Vamos a hacer un poco de ruído. Psicodelia kraut-rockera para seguir avanzando puestos. Los riffs de guitarra repetidos hasta la eternidad y la batería a martillazos contra la cabeza son las señas de identidad de los californianos Wooden Shjips. Reminiscencias de otra época en cada una de sus canciones en el que sea tal vez su trabajo más inspirado. Este es su primer disco grabado con la suficiente pasta como para contar con un buen equipo técnico y se nota. Suena más limpio, que no más pijo, y ayuda a la comprensión de su vaciado sonoro.


17. Cass McCombs. Wit's End (Domino)

He leído por ahí que dejan mejor al Humor Risk -el otro disco que ha publicado McCombs este año- que a este Wit's End. De acuerdo que el primero es más ligero a la escucha, no te entran ganas de suicidarte en cada esquina. Pero qué sería de McCombs si no caminara titubeante por el borde de la torre más alta de Baltimore? En Wit's end cada nota, cada palabra, está detalladamente pensada y estudiada. Me recuerda a un disco de música clásica, donde tienes la sensación que necesitas un doctorado para sacarle todo el jugo posible. Igual Julian Lynch puede. Juas.


16. Jesu. Ascension (Caldo Verde)

A Jesu les queda de metal lo que a mí de rubio. Vale, tienen unos pedales maravillosos, pero los utilizan más cerca de la expansividad post-rockera que de la agresividad doomera. La voz de Broadrick es de blandengue, no jodáis. Eso sí, el rollete de Jesu en sus últimos discos es muy adictivo. "Sedatives" es un manifesto por si misma. Batería penetrante, guitarras contundentes y una melodía que podría estar en cualquier disco de los Posies. El disco acaba transcurriendo a un ritmo lentísimo, se recomienda paciencia, unos buenos auriculares, una cama comfortable y ganas de soñar.



15. The Men. Leave Home (Sacred Bones)

Veréis que este año la cosa no admite demasiado ruído. The Men son el único cercano al noise que ha entrado. "Bataille" es una de las mejores canciones del año, darle a este link y después seguimos. ¿Qué os ha parecido? Pues esto no es nada. Leave Home ralla a aún más intensidad. Rock de directo, de desmelenarse y de saltar sin parar. Nada de indie de los 90, The Men van a buscar en los cassettes de los 80, los primeros Sonic Youth, Hüsker Dü. El disco más brutal y directo del año.


14. Peaking Lights. 936 (Not Not Fun)

Si algo tengo que reconocer, es que con el poco tiempo que se tiene, paso bastante de la música electrónica. Eso sí, si un disco me engancha, me engancha. No se la etiqueta que toca ponerle a este disco, pero sería algo así como pop contemplativo bañado de sintetizadores. Canciones largas, reverberizantes. Para poneros un ejemplo de esta lista, a los de Deerhoof seguro que les ha encantado. Y al doctor Julian Lynch, por supuesto.


13. Ducktails. Ducktails III: Arcade Dynamics (Woodsist)

Para los que no lo sepan, Matthew Mondanile es un integrante de Real Estate, que no ha conseguido meter su disco en la lista (aunque también aprovecho para recomendar). Este Arcade Dynamics poco tiene que ver con el aclamado Landscapes (2009), y es mucho más cercano a la música de la banda madre. Pero mientras Real Estate pecan a veces de ser un poco demasiado repetitivos, incluso a veces me cuesta saber si sigo en la misma canción o han cambiado, aquí la riqueza reside en la variedad, siempre dentro del pop lo-fi ensoñador marca de la casa. El tiempo no podrá con "Hamilton Road", ni mucho menos con la póstuma "Killin' the Vibe", a medias con Panda Bear.


12. Dirty Beaches. Badlands (Zoo Music)

¿Qué hay aquí dentro? Por 5 pesetas. Elvis, sin duda. Joy Division. O igual más Suicide. No sé, es extrañamente cautivador. Una vez entras en su espacio looposo, es difícil escapar. Si tuviese que regalar un disco este año, regalaría este. Por arriesgado y novedoso y porque Alex Zhang Hungstai es uno de esos pensadores que necesitan de un megáfono para que la gente pueda disfrutarlo. Me gustaría saber que opina Elvis de este disco. Música del infierno, imagino. Si sigue así, será una de las referencias internacionales en menos de lo que canta un gallo.


11. Veronica Falls. Veronica Falls (Slumberland)

Difiícil de valorar este disco. Cada año hay algún grupo que publica unos cuantos singles y EPs, generando muchísima expectación, "the next big thing" y demás. Después llega el disco y obviamente defrauda, pero no por nada, sino porque ya hemos escuchado la mayoría de cosas antes. ¿Qué esperábamos? Bueno, el debut de Veronica Falls es el representante de la música más típica del s.XXI en la lista: jangle pop hiperactivo, estribillos pegadizos y voces amables. El disco se acaba quemando, pero mientras dura te inserta un chip en el cerebro que cada pocas horas suelta un líquido indoloro con alguna frase de alguna canción o una línea de bajo aislada. Trying to forget, but everything went wrong. I don't remember, I've got a bad feeling. A bad, bad feeling, and it's not going away. Mi vecina se la sabe de memoria. Y, que quede dicho, una pena que "Starry Eyes" no hay entrado en el disco final.


10. Bill Callahan. Apocalypse (Drag City)

Parece que un nuevo disco de Bill Callahan ya no es noticia. A mí me parece que cada disco que pasa el tío se vuelve más fuerte, como esas manos curtidas de los marineros. Estamos otra vez ante una foto, no, mejor, un cuadro, que te cuenta el paisaje de los Estados Unidos sin ahorrarse ni el más mínimo detalle. Es como escuchar una de esas voces sabias que consiguen abrumarte contando la tontería más banal. Me quedo con "Drover", "Riding for the feeling" y, sobretodo, One Fine Morning - un epílogo de casi 9 minutos que crece y decrece guiada por un sentido piano y la guitarra más sutil.


09. J.Mascis. Several Shades of Why (Sub Pop)

No creo que muchas listas recojan el disco de Mascis. Yo necesito ponerlo, y bien arriba, aunque sólo sea por la insistencia y resistencia que ha tenido a mis múltiples escuchas. Un disco pausado y profundo. Siempre había imaginado que la mayoría de las canciones de Dinosaur Jr. aguantarían un desnudo instrumental como el que sucede en Several Shades of Why. Aquí están los estribillos repentinos y los punteos de guitarra afilados, pero rebajados a modo caricia en una noche de invierno fría. Al disco no hay por donde pegarle, aguanta a un nivel altísimo hasta el final y la sencillez de su estructura hace que sea de muy fácil digestión.


08. Destroyer. Kaputt (Merge)

Este si que encabeza listas y listas, poca cosa puedo añadir yo. Me parece un disco muy sólido. Lanzarse a intentar adaptar sus letras y el inconfundible movimiento de su música a las estructuras electrónicas ochenteras no era tarea fácil. Dan Bejar lo ha hecho con la soltura de un genio y sin despeinarse. A ratos recuerda a los giros estilísticos de Dylan; imprevisibles a priori, lógicos a posteriori. Su concierto en Bikini fue una demostración de clase. Los discos son como el físico de una chica y los conciertos su personalidad. Si cuando hablas con ellas son más tontas que un zapato, tu percepción de su físico se ve afectada. No sé si me explico. Bueno, escuchad Kaputt.


07. Low. C'mon (Sub Pop)

Hace poco colgué en este blog lo que me había parecido el nuevo disco de Low. Visto con perspectiva, aún me parece más disfrutable. Claro está que no es mi trabajo saber valorar los discos objetivamente, y me cuesta poner en perspectiva lo que el disco de Dirty Beaches o Oneohtrix Point Never (por decir uno que se ha quedado en las puertas) puede acabar significando con el tiempo. Lo que yo se hoy en día, es que me dolería poner a cualquiera de estos por delante de un grupazo como Low. Aunque seguramente C'mon no pase a la historia como su mejor disco, me sigue pareciendo que juegan en otra liga, Y lo dicho, "Nothing but heart" es para mear y no echar gota,


06. Sonny & the Sunsets. Hit After Hit (Fat Possum)

Fueron la sensación del año pasado con su disco de debut, y contra todo pronóstico fueron la banda sonora del verano con su segundo álbum. Hit After Hit circula a una velocidad más trepidante que Tomorrow Is Alright y, como su nombre indica, da más peso a las canciones que a la cohesión del disco. ¿A que ya sabéis como me cuestan este tipo de álbumes? Pues imaginaros como tienen que ser los Hits after hits para que haya quedado el sexto en la lista de este año. "Home and exile", "Reflections on youth", "Teenage thugs", "Don't act dumb": directos al olimpo del rock lo-fi. Si Buddy Holly levantara la cabeza, se echaría unos buenos bailes.


05. Tim Cohen. Magic Trick (Captured Tracks)

Aquí va mi apuesta personal. Uno de esos discos que no te dan problemas cuando te pones a encontrarle defectos, pero que tiene esa gravedad especial que lo arrastra hacia la mini-cadena cada dos por tres. El cantante de The Fresh and Onlys se desmarca del sonido más garajero de su banda para regalarnos un pop lo-fi destartalado. Es como una de esas habitaciones de adolescente que en su mente sigue un riguroso desorden ordenado. Y las letras. Las letras son de alguien que tiene algo que decir. Desde la irónica "I am never going to die", pasando por la sincera "Sweetheart" para llegar hasta la tristemente noventera "I looked up". Si sigue por esta senda seguro que pronto estará en boca de todo el mundo.


04. Tom Waits. Bad As Me (Anti)

Un poco lo que me pasa con Low, elevado a la enésima potencia. Hacía siete años que no sabíamos nada de él, pero cuando Tom Waits saca disco, es difícil que alguien se le pueda comparar: sigue pariendo discos geniales. Así que los tres discos que quedan por encima, son los que realmente me han dejado boquiabierto este año. En Bad As Me cabe el Waits gamberro, el sentimental y el más jodidamente genial. El amante del vals, el héroe del rockabilly y el bluesman empedernido. Personalmente me parece más completo que el Real Gone y con temas que dejarán huella. De los grandes de grandes, parece el más en forma. Incluso más que los últimos intentos de Nick Cave. Una canción de regalo: Pay Me


03. The Caretaker. An Empty Bliss Beyond This World (Haft)

Este no es un disco convencional. Esto es un regalo de un ser superior. Leyland Kirby se llama. En una época donde lo retro se revaloriza, que mejor que llevar un buen trozo de pasado al presente. Y es que si The Artist tiene que ser la película del año en Hollywood, An Empty Bliss tenía que ser el disco del consenso en internet. Es como si el fantasma de Ava Gardner acabara poner un disco en un gramófono y encendiera una vela raquítica en una habitación a oscuras. Y nosotros nos lo miramos desde muy lejos, casi desde la otra punta de la casa. Y después nos despertamos y no queda vela, ni Ava Gardner, ni casa. Sólo la oscuridad y recuerdos de un pasado que nunca ocurrió.


02. Kurt Vile. Smoke Ring For My Halo (Matador)

Kurt Vile ha dado un paso al frente, ha dejado atrás el sonido peleón de sus anteriores trabajos y ha ido en búsqueda del disco perfecto. Smoke Ring for my Halo se queda muy cerca de conseguirlo. Folk-rock de sentarse en la mesa, servirse una buena copa, encenderse un cigarro y reflexionar sobre si lo que hay más allá de ese espacio vale tanto la pena como esto. A decir verdad, tenía que pensado que fuese el disco del año, pero le han adelantado en la última recta. "Jesus Fever" es un clásico instantáneo, "On Tour" es el núcleo, la esencia de lo que es Vile; pero la recta final... La recta final es tal vez menos resultadista, pero es la que te deja el disco arriba del todo, son las canciones que se te incrustan en el cerebelo para quedarse para siempre.


01. Sandro Perri. Impossible Spaces (Constellation)

Y el disco del año es para el canadiense Sandro Perri. Me quedó la espina por no dárselo cuando sacó Tiny Mirrors, pero me parece que este Impossible Spaces incluso lo supera. La naturaleza con la que se mezclan pop, folk y electrónica es la grandeza de este álbum. Y la dulce voz de Perri peinando las notas de las enrevesadas composiciones es el timón que lo mueve. Sufjan lo intentó el año pasado con un resultado mucho más pobre para mi gusto. Una referencia para los vírgenes podría ser el Bowie menos glam y de resaca, pero después llega "Wolfman" y lo revuelve todo. Un ejercicio de más de diez minutos que se convirtió en la canción del año cuando la escuché por primera vez y que ha sido recurrente en mis tarareos desde entonces. El cierre con la delicada y pastoral "Impossible Spaces" es la guinda del mejor pastel del año.


Hasta el año que viene

Saturday, February 27, 2010

Las Mejores Canciones de Dos Mil Nueve



01. Ramona Falls - Melectric
02. Animal Collective - Brothersport
03. Atlas Sound - Walkabout
04. Cymbals Eat Guitars - Indiana
05. Noah And The Whale - I Have Nothing
06. Bill Callahan - Too Many Birds
07. David Bazan - Please Baby Please
08. Fanfarlo - Ghosts
09. Califone - Funeral Singers
10. Grizzly Bear - Two Weeks
11. Yo La Tengo - Periodically Double Or Triple
12. Dirty Projectors - Stillness Is The Move
13. The Very Best - Warm Heart Of Africa
14. The Pine Hill Haints - Bordello Blackwidow
15. Darren Hayman & The Secondary Modern - Losing My Glue
16. Mumford And Sons - Little Lion Man
17. Sonny And The Sunsets - Stranded
18. Dan Michaelson & The Coastguards - Old Friends
19. Vic Chesnutt - I Flirted With You All My Life




Descargar CD2

01. The XX - Islands
02. Woods - To Clean
03. Boston Spaceships - How Wrong You Are
04. So Cow - Greetings
05. Girls - Lust For Life
06. The Pains Of Being Pure At Heart - Young Adult Friction
07. King Khan & BBQ Show - I'll Be Loving You
08. Black Lips - Drugs
09. Box Elders - Atlantis
10. Superchunk - Misfits & Mistakes
11. The Obits - Back And Forth
12. Dinosaur Jr. - Plans
13. Julie Doiron - Spill Yer Lungs
14. Real Estate - Fake Blues (7" version)
15. Ganglians - Candy Girl
16. Nurses - What Then
17. M.Ward - Rave On
18. Cass McCombs - Dream-come-true-girl
19. The Wave Pictures - Bye Bye Bubble Belly


He intentado no ser muy repetitivo en los casos que he podido evitarlo. Claro que hay muchas canciones que podría haber puesto en vez de estas, pero la idea es que los discos en si tengan un sentido y no sean simplemente una colección de postales. Haciendo los cedeses me ahorro hacer lista de las mejores canciones del año. Para mí, la mejor canción del año ha sido "Walkabout", nacida de la colaboración entre Atlas Sound y Noah Lennox (aka Panda Bear). Seguida de cerca por "Greetings" de So Cow, "Bye Bye Bubble Belly" de The Wave Pictures, "Lust For Life" de Girls o "Too Many Birds" de Bill Callahan, por decir unas cuantas.

La canción de Yo La Tengo escogida no me parece la mejor del disco, pero creo que será la más recordada del Popular Songs cuando hayan pasado unos años. La de Dinousaur Jr. la he puesto por el principio tan neilyoungiano que tiene. Del disco de Animal Collective podría haber puesto prácticamente cualquiera, pero "Brothersport" es la que me encuentro cantando en la ducha más frecuentemente. Y prefiero no seguir con justificaciones innecesarias. Sólo añadir que la foto es de un chavalico/a vasco que tiene una página con trabajos increíbles. Si por a por b acaba viendo este blog y le molesta, que me lo haga saber. La portada de la siguiente semana -dedicada a algunos grupos que vienen a esta edición del Primavera- también aprovecha una foto suya. Ahora no me acuerdo de la dirección, ya la buscaré.


Nada, que lo disfrutéis, y que esta me parece una buena manera de cumplir los 200 posts de este renacido blog. Por muchos años más.


Tuesday, February 09, 2010

Listas 2009: Top 25 Álbumes

25 ACTION BEAT. THE NOISE BAND FROM BLETCHLEY Oscuro y profundo. Virtuosismo instrumental que nos bofetea en cada sinuosa línea de cada canción. Noise visceral; ni rastro de las nuevas corrientes más afables del género (No Age et al.). The Noise Band From Bletchley debe tomarse como una invitación a perderse en un bosque de ruidaco incomprensiblemente bello.






24 GIRLS. ALBUM Dos chavalicos de San Francisco han conseguido parir uno de los discos más pegadizos del año. Pop de primera división. Letras empáticas y melodías adictivas. Mientras el indie actual vira con una vertiginosa velocidad hacia el lo-fi noventero, ellos se aferran al indie inmediato pero cuidado. No hay nada malo en grabar rock limpio.






23 SO COW. ST En el debut de estos irlandeses hay de todo: himnos punk, riffs buzcockianos, pop redondo, electropop acelerado, canciones en chino y además se atreven a cerrar con folk atemporal. Tienen una visión del britpop similar a la de Television Personalities, para que nos entendamos. Música llana y cercana. Nos van a dar muchas alegrías en los próximos años, seguro.





22 GUN OUTFIT. DIM LIGHT Dim Light es seguramente el disco más noventero de todos los que han salido este año. El disco debut de Gun Outfit está lleno de aromas y texturas que teletransportan al oyente al indie post-grunge de los 90.








21 DINOSAUR JR. FARM A su ritmo y sin cambiar de camino. Parece que Mascis, Barlow y Murph han vuelto a poner el piloto automático y sacan grandes discos sin esforzarse. Siguiendo la línea del Beyond, Dinosaur Jr han vuelto a juntar un puñado de canciones inspiradísimas para cerrar otro disco redondo. Y por muchos años.






20 NOAH AND THE WHALE. FIRST DAYS OF SPRING Entre tanta generación de DIYs destacan más los pocos discos bien orquestados. Éste, el segundo disco de los londinenses, es el de una banda con tablas y experiencia. Me gustan los discos con un principio y un final, con un hilo argumental, que usan interludios instrumentales para destensionar el ambiente mientras preparan el lienzo para una nueva pequeña obra de arte.





19 BOX ELDERS. ALICE AND FRIENDS Me aventuré a escucharlos pensando que tendrían algo que ver con Pavement, por el nombre de la canción y eso. Después de los primeros guitarreos de “Jackie Wood” me di cuenta que no tenían nada en común, pero ya estaba enganchado. Despilfarro energético. Pop guarrete con nervio y luz. De hecho, dejan a Nobunny como un grupo terrorista mal organizado.





18 DAN MICHAELSON & THE COASTGUARDS. SALTWATER El líder de Absentee compuso unos cuantas canciones que no acababan de encajar en el catálogo del grupo británico. Se ha juntado con algunos miembros de su grupo y de los Rumble Strips para brindárnoslos en solitario. Aires sesenteros y una voz profunda pero frágil por la que caes rendido una y otra vez.





17 KING KHAN & BBQ SHOW. INVISIBLE GIRL Aquí vale todo. Han puesto una cucharadita de todos los potes y lo han pasado por la minipimer. De los sesenta más doo-wap a la canallería de los Butthole Surfers. Divertidísimos y más adictivos que el café. Un caramelo para los oídos, capaces de remontarte el peor lunes del mes.






16 GANGLIANS. ST Cada vez que escucho su disco acabo pensando en el Pet Sounds. Están en Woodsist, uno de los sellos neoyorquinos que más tendencia marcan hoy en día. Pop de autor con apariencia abstracta y corazón estándar. Canciones muy elaboradas que aportan al conjunto, formando un disco sólido e imaginativo.






15 CASS McCOMBS. CATACOMBS Catacombs es un disco delicado y de bellísima factura. Escucharlo parece una tarea para arqueólogos: es como ir descubriendo sus finísimas capas, pincel en mano, con miedo a no romper nada y de vez en cuando descubrir algún tesoro escondido como “Dreams-Come-True-Girl” o “You Saved My Life”.






14 SONNY AND THE SUNSETS. TOMORROW IS ALRIGHT Tomorrow Is Alright eleva a Sonny Smith al olimpo del pop “revivido”. Con un equipo de ensueño formado por nombres tan destacados como Kelley Stoltz o Tim Cohen y sonando como la Velvet Underground más pacífica y los Modern Lovers más amables, no parece arriesgado darle a estos aún desconocidos un hueco entre los debuts más remarcables del año.





13 THE PAINS OF BEING PURE AT HEART. ST Sí, también me gustan los discos efímeros; las canciones que llegan, te conquistan y se van sin darte ninguna explicación. Pop fluorescente y guitarrero, con dejes shoegazer y estribillos sobresalientes. Rápido e intenso como la vida misma, contiene una alineación de lujo empezando por “Contender”, acabando en “Gentle Sons” y con prácticamente ningún momento poco inspirado.





12 M.WARD. HOLD TIME Cada disco del californiano parece acercarle un paso más hacia la posteridad. Él sigue empeñado en fusionar el pop más purista con el folk menos convencional y parece que nada le distrae -ni siquiera sus aventuras con la preciosa Zooey-. En su nueva entrega se atreve incluso a versionar a Buddy Holly. Nos hemos acostumbrado a su manera de evocar las reverberaciones típicas de los lánguidos parajes costeros y ahora ya no hay quien nos los saque de la cabeza.




11 ALELA DIANE. TO BE STILL Su voz encantada amansaría a cualquier monstruo. En To Be Still, Alela nos brinda austeras perlas asentadas sobre fornidos cojines de cuerda. Guitarras, banjos y un pedal steel arrelado en las raíces americanas, adornan las canciones con una clase excepcional. En pocos años ha pasado de ser una desconocida a abanderada del nuevo folk americano junto con reinas como Newsom o Neko Case.





10 VIC CHESNUTT. AT THE CUT El que será su disco póstumo servirá para engrandecer aún más su increíble carrera. En la línea de su folk anti-dogmático de los últimos años, At The Cut nos muestra todas las debilidades de Chesnutt que acaban siendo sus grandes argumentos musicales. “Flirted With You All My Life” y “Granny” sirven como conclusión de la que ha sido una de las carreras más inspiradas de las últimas décadas.





09 REAL ESTATE. ST Me imagino escuchándolo en un coche viejo con las ventanillas bajadas tomando curva tras curva en alguna carretera secundaria de la costa este americana, cerca del mar. Se puede oler la decadente Atlantic City con sus casinos y borrachos y jóvenes italianos fumando sin parar en algún banco mirando las olas romper cerca de la línea donde se confunden los grises del cielo y el mar. Suenan lejanos, como los Shins de la primera época. El mejor LP debut del año, y eso que “Fake Blues” sonaba más natural en el 7” de principios de año.



08 WOODS. ST Desde el principio tienes la sensación que esos falsetes vienen de otra época, de otro tiempo. El lo-fi guitarrero camufla lo que no deja de ser AOR minimalista, confirmado por la versión de uno de los clásicos de Graham Nash. El cuarto disco de Woods sale ligeramente de la niebla, de ese indie rural de sus trabajos anteriores y es absolutamente recomendable.






07 JULIE DOIRON. I CAN WONDER WHAT YOU DID WITH YOUR DAY Ella sigue a su bola. De Eric’s Trip heredó el nervio, pero se compró unos cuantos discos de antifolk neoyorquino que hicieron el resto. Su voz curiosea entre letras mundanas sobre historias de amor banales. Suena natural y honesto y un poco más pop que sus anteriores trabajos. Puede ser un poco atrevido decir esto, pero me parece lo mejor que ha hecho en toda su carrera.




06 CALIFONE. ALL MY FRIENDS ARE FUNERAL SINGERS Viendo la poca repercusión que tienen, a veces pienso que lo mío con ellos es un poco desmesurado. Pero entonces, sacan un nuevo disco y yo sigo en mis trece. All My Friends… es un disco elaboradísimo, con millones de capas, de esos en los que descubres alguna cosa nueva después de cada escucha. Cada canción es como una deconstrucción de rock orgánico, cada álbum una demostración más de clase musical.




05 MOUNT EERIE. WIND'S POEM Phil Elverum es un genio. Como Mark E. Smith, como Jeff Mangum y como pocos más. Genios muchas veces incomprendidos. Ha cogido su anterior trabajo, Lost Wisdom, y lo ha distorsionado y agitado unas cuantas veces. Ha quedado un disco paisajístico, con precipitados picos ruidosos y bonitos valles silenciosos. Cada sonido aporta riqueza a las abstractas composiciones. Es extremadamente inspiracional y podría estar soltando metáforas mentales toda la tarde, pero va a ser mejor que lo escuchéis vosotros mismos.



04 ATLAS SOUND. LOGOS A Brian Cox le han tocado con una varita, está en estado de gracia. Después de los increíbles últimos discos como Deerhunter, vuelve a Atlas Sound con una propuesta renovada. Creo que aún no he usado el término lisérgico en todo lo que llevo escrito y es un adjetivo que nunca queda mal. Me encantan los aires camaleónicos de este disco: es capaz de ponerse en la tesitura más popero-festiva de Panda Bear e incluso en el electro-pop de Stereolab cuando se junta con ellos; mientras incluye todos los disfraces bajo un mismo techo artístico. A Cox le faltaba publicar un disco de Canciones y con Logos ya puede tachar otro reto de su lista. Suma y sigue.



03 GRIZZLY BEAR. VECKATIMEST ¿Por qué el nuevo disco de Grizzly Bear está tan arriba en la lista cuando me parece un disco jodidamente empalagoso? Pues porque es precioso y roza la perfección. Es como decir que la tarta de chocolate no está buena. No jodamos, ¡Claro que está buena! ¡Está buenísima! No para comer cada día a todas horas, está claro. Pero para degustar de vez en cuando, dejar derretir en la boca como un placer atemporal. A eso, me parece, no les gana nadie.




02 BILL CALLAHAN. SOMETIMES I WISH WE WERE AN EAGLE Salió del armario hace un lustro y ahora se atreve a dar la cara y firmar con su nombre un disco más optimista y luminoso. De producción impecable, Sometimes I Wish I Were An Eagle es otro pico creativo en la carrera de Bill Callahan, que parece cómodo en los senderos lambchopianos y alejado de la distorsión de sus primeros discos. Su voz es una bocanada de serenidad y cuando empieza a rodar el disco alguna fuerza extraña hace que sea imposible decirle que pare. “Jim Cain”, “The Wind And Dove” o “Too Many Birds” son para mear y no echar gota.



01 ANIMAL COLLECTIVE. MERRIWEATHER POST PAVILION In the flowers, My girls, Also frightened, Summertime clothes, Daily routine, Bluish, Guys eyes, Taste, Lion in a coma, No more runnin’, Brother sport. Nada más. Uno de esos setlists que se recordarán en el tiempo. Como la alineación de la final de Wembley.