Monday, December 12, 2011

Low - C'mon (Sub Pop, 2011)


Hay una especie de ritual cuando te pones a escuchar por primera vez un disco nuevo de Low. Tiene que estar todo en su sitio y en riguroso silencio, tienes que apretar el play con la misma delicadeza con la que la chica enamorada deshoja la margarita, y cerrar los ojos dejándote llevar por el río sonoro de las primeras notas. Y el ritual nunca defrauda. C’mon es el noveno regalo que nos hace Low. Al abrirlo, empezamos un viaje al corazón del grupo. Seguramente aquí nos encontramos a los Low más puros y esenciales: nos muestran el sonido con el que siempre se han presentado en sus conciertos y con el que entran en el estudio para grabar. Dejan atrás el desnudo rítmico del inigualable Drums & Guns, y olvidan la vertiente más ruidosa y directa presentada en The Great Destroyer.

La primera parte del disco es donde más peso ha tenido la presencia del productor Matt Beckley, aportando un aire más amigable y radiofónico. “Try to sleep” y “Witches” tienen un tono expansivo muy cinematográfico y paisajístico, pero a su vez tienen elementos que las hacen muy cercanas y accesibles, como el banjo de la segunda parte de “Witches”. Con “Done”, en colaboración con Nels Cline, comienza la parte más introspectiva y empezamos a darnos cuenta de que estamos ante un gran disco de los de Duluth con el falso vals “Especially me”. Una de esas canciones que crecen con cada escucha. La calidez con la que Mimi Parker canta es paralizadora. De hecho, en este disco vuelve a tener mucha presencia como voz principal, y esto lo dota de una luminosidad cristalina: el estribillo de “You see everything” da ganas de seguir viviendo un día más.

La segunda mitad del disco nos presenta la vertiente más ocura y looposa de Low. En “20$”, Alan Sparhawk grita “My love is for free” mientras acaricia la guitarra como si cuidará de un bebé recién nacido. “Majesty/Magic” y la tristísima “Nightingale” crean una atmosfera de tensión que acaba explotando en “Nothing But Heart”, seguramente el mejor corte del álbum. Aquí chocamos con una pasión exponencial, una repetición golpeante que no nos deja escapar. Sparhawk proclamando a pulmón abierto durante más de 6 minutos que no es nada más que corazón. Es el clímax del disco, uno de esos esfuerzos agotadores extremadamente placenteros. Te remueve todos los intestinos, te deja sin aliento, te ata un nudo en la garganta y te da unas ganas incontrolables de llorar. Después, “Something’s turning over” actúa como aliviante e intenta recomponerte y dejarlo todo en su sitio, como si no hubiese pasado nada. Como la calma después de la tormenta.

Seguramente no llega al nivel de las inspiradas composiciones de Drums & Guns y no consigue crear esos submundos amansa-fieras que eran sus primeros trabajos, pero es uno de esos discos que siguen creando escuela y postulando a Low como una de las bandas más influyentes de los últimos 15 años.

Friday, June 17, 2011

Semana 037: Grinding Halt


Semana 037 - Grinding Halt

1. Destroyer, Foam hands. Trouble in dreams
2. Modest mouse, Third planet. The moon and Antarctica
3. The beets, Cold lips. Stay home
4. Hunx and his punx, He's coming back. Too young to be in love
5. The cure, Grinding halt. Three imaginary boys
6. Girls names, I lose. Dead to me
7. Guided by voices, Game of pricks. Alien lanes
8. Sonny and the sunsets, Reflections on youth. Hit after hit
9.Dignan porch, Yards. Deluded
10. Tennis, Cape dory. Cape dory
11. Low, Witches. C'mon
12. Cass mcCombs, County line. Wit's end



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Hoy he estado pasando archivos viejos al portátil y he redescubierto una carpeta donde iba guardando todos los álbumes de las semanas. Hace cinco años de la primera. Se dice pronto. He escuchado una canción de cada uno y he decidido que cuando llegue a los cincuenta haré un recopilatorio con las mejores. ¿A qué no sabéis cuál es la primera canción del primer disco? Cinco años...

Cinco años hace que escuché por primera vez a Destroyer, cuando sacó Rubies. El martes que viene lo veré por primera vez. Su nuevo disco va a encabezar todas las listas del año, y si no lo creéis, al tiempo. Ha dado un ligero giro hacia un pop de estructuras más ochenteras, pero sin dejar de usar esa especia secreta que le da a su música su toque inconfundible. Me he preguntado qué canción suya me llevaría a la cárcel si me cayeran veinte años por homicidio premeditado y he pensado en "Foam Hands".

La segunda canción es de Modest Mouse. Ayer por la noche escuché "Convenient Parking" en uno de esos aburridos reportajes de fútbol internacional y pensé que ya va siendo hora que saquen algo que arregle el mal cuerpo que dejaron con su último trabajo. "3rd Planet" abría The Moon & Antarctica, un disco al que tengo bastante cariño. Recuerdo comprarlo en una macro-tienda de discos que había en el sótano del centro comercial de las torres Petronas y quemarlo durante todo el verano. De hecho, ahora lo he desempolvado y está rallado de "I Came As A Rat" en adelante.

La quinta canción es la que da el nombre al disco. "Grinding Halt" viene del primer disco de The Cure, del Three Imaginary Boys. Ese disco de guitarras afiladas y nerviosas, antes de que entrara el factor más emo-atmosférico de los Cure de los ochenta. Supongo que ahora ponerse hablar de ellos no tiene mucho sentido, poco queda que no se haya dicho ya. Si bien es verdad que sus discos de los noventa en adelante no son un fin de semana en el paraíso, va bien recordar que esta gente ha hecho tres o cuatro discos que estarían sin demasiado esfuerzo entre los mejores de la historia. Guided by Voices no son tan universales como The Cure, pero a título personal son incluso más importantes. Sus discos son absolutamente absorbentes y radicalmente cambiantes, no te dan tiempo de ubicarte: consigues subir una montaña rocosa y te lanzan de acantilado sin ni siquiera dejarte disfrutar de las vistas.

Tuesday, May 17, 2011

¿Está vivo? ¡Está vivo!

Me duele dejar morir este sitio. Tres discos del año pasado que cada día que pasa se hacen más grandes:

The calcination of Scout Niblett, Scout Niblett. Recuerdo que la primera vez que escuché Bargin se me pusieron los pelos como escarpias. No, aquí ya no está Albini moviendo los hilos; aquí chocamos de frente con la crudeza de una mente maravillosamente atormentada. Scout Niblett se postula con su último disco como una de las voces más inquietantes del panorama actual. Es distinta, es especial y desborda talento por los cuatro costados. El poder de los silencios y el rugir de los guitarrazos quedan más patentes que nunca.

At echo lake, Woods. Ese folk rural e intangible que siempre han llevado por bandera se cristaliza aquí para hacer de éste un ensayo pop perfecto sobre la evocación de los buenos momentos de la vida. Si los Beach Boys se hubiesen puesto en plan bucólico, si los Byrds hubiesen empezado a tocar en el s.XXI, si los Shins se dejaran de tanto estribillo pegadizo... seguramente habrían conseguido algo parecido a esto.

Have one on me, Joanna Newsom. Siempre he creído que los triples álbumes son inabarcables. Mantener la atención durante más de dos horas es prácticamente imposible, lo que obliga a una escucha fragmentada. Have one on me acaba siendo como Londres, para lo bueno y para lo malo. Por muchas veces que vayas nunca tienes la sensación de conocerla del todo; pero cada vez que vas, acabas encontrando rincones maravillosos por los que nunca antes te habías perdido. Perderse por la nuevaorleana "Good Intentions Paving Company" o por la soleada "On A Good Day", arpa élfica en mano, es una experencia sensorial impactante. Y os lo dice uno que, cuando salió Ys, no cree que hubiese para tanto.

Monday, January 24, 2011

Bloc de Notas

Esta mañana no me he atrevido a bajar en bici por miedo a la cangrenación de mis extremidades. Parece que todo Barcelona se ha puesto de acuerdo en lanzarse a la carretera y el trayecto en autobús ha sido más largo que el perímetro del cantante de Les Savy Fav. He sacado el bloc de notas y he esbozado algo que se debería parecer a la lista de lo mejor del año pasado: