Tuesday, June 15, 2010

Semana 030 - Don't Be Afraid, You're Already Dead

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Semana 030 - Don't Be Afraid, You're Already Dead


01. Architecture In Helsinki. Warm Heart Of Africa (The Very Best cover). Warm Heart Of Africa (2009)
02. Beirut. Brandenburg. Gulag Orkestar (2006)
03. M.Ward. Magic Trick. Post-War (2006)
04. Luna. Chinatown. Penthouse (1995)
05. Wire. Outdoor Miner. Chairs Missing (1978)
06. Big Star. September Gurls. Radio City (1974)
07. Teenage Fanclub. Neil Jung. Grand Prix (1995)
08. Jonquil. Whistle Low. Lions (2007)
09. Akron/Family. Don't Be Afraid, You're Already Dead. Love Is Simple (2007)
10. Sandro Perri. Double Suicide. Tiny Mirrors (2007)
11. Joanna Newsom. On A Good Day. Have One On Me (2010)
12. Richmond Fontaine. Always On The Ride. Post To Wire (2003)



Os cuelgo un disco que tenía preparado desde hacía un par de semanas y que ahora he acabado de redactar: La generación de discos y portadas va proporcionalmente relacionada con la cantidad de música que escucho, obviamente. Por lo tanto, cuando veáis que cuelgo tres discos en dos semanas es que he conseguido tener algo de tiempo libre. ¿De dónde viene el tiempo libre? -os estaréis todos preguntando-. Pues del simple hecho que no tengo portátil y he dejado de ver series por las noches, recuperando mis viejos hábitos de música y lectura. Supongo que es sano desintoxicarse, pero esto es como el primer mes después de dejar de fumar: ves cigarros paseando por las calles, sentados en los bancos y entrando en el autobús. No os imaginéis que he cortado por lo sano; nada más alejado de la realidad. Sigo al día con las series semanales. Lo que he dejado son los vicios terminales: las series acabadas que devoraba por las noches como esos norteamericanos que se preparan una tostada con peanut butter antes de meterse en la cama. Tengo en la recámara Treme y la tercera de Mad Men y he pisado el freno con ambos pies en Six Feet Under. Sigo ritualmente The Pacific y The Office y voy cada miércoles al bar de siempre a ver Lost, a disfrutar de la polémica constante. Y es que el nivel de adicción que se crea es distinto cuando te pinchas una dosis cada noche o una vez a la semana.

De todas maneras, lo que importa es que escucho más música y que he vuelto a redescubrir discos que tenía enterrados en el disco duro. Desmenuzando minuciosa y manualmente la morralla de esta semana, creo oportuno empezar por The Very Best. En un arrebato de africanidad y antes de ponerme esos aros en el cuello que ahora no hay manera de sacarse, me compré su disco del año pasado por internet (desde aquí aprovecho por dar las gracias a play.com de parte de Caixa Catalunya por estos últimos meses dorados) y viene con una revisión de “Warm Heart Of Africa” por parte de Architecture In Helsinki. Les ha quedado muy suya y como les echaba un poco de menos he recuperado la sonrisa y entonces he ido a buscar algún disco suyo en mi estantería pero he visto primero el Gulag Orkestar y he pensado en qué debería estar haciendo el bueno de Zach y me lo he imaginado “all alone on the banks of the Rhine” como dice en la preciosa “Brandenburg”. Asociación de ideas. Es como cuando pienso en M.Ward y de repente veo a la Deschanel a cuatro patas mirando a Johannesburgo. Seguro que es un tío feliz. Un día le dejaron y escribió una de sus canciones más alegres: “Magic Trick”.

Luna es uno de esos grupos que no le pueden disgustar a mucha gente. Por la música que hacían se podía llegar a deducir que son de los que están sentados en un banco, ven pasar una hormiga y no la chafan como el resto de los mortales. Sí, eran vicepresidentes del club de la horchata. No descubrieron la panacea, pero es un grupo muy agradable de conocer profundamente. Os recomiendo fervientemente que lo hagáis si no los tenéis controlados. Empezar por Penthouse, puede ser una buena opción. Son un grupo recurrente en mi reproductor siempre que llega el buen tiempo. Los que están viviendo una segunda juventud en mi mini-cadena son Wire. Cuando me compré el vinilo de Pink Flag lo quemé hasta que sólo quedaban las cenizas. Ahora he pasado a meterme en profundidad en su material más allá de su increíble triplete inicial y todo lo que descubro es para recoger la mandíbula del suelo. Quedándonos en sus tres primeros discos por un momento, he detectado que nunca antes había incluido en un disco semanal la que seguramente es su canción más reconocida: “Outdoor Miner”. Música noventera avanzada más de una década en el tiempo. Un poco como Alex Chillton. Big Star maduraron el rock más certero de los sesenta e intentaron prolongar la fórmula de éxito de grupos como los Byrds, los Kinks o los Zombies. Su precipitada trilogía, formada por #1 Record, Radio City y Third, es como la biblia en fascículos del power-pop. Grupos como Teenage Fanclub o Posies e incluso R.E.M. o Replacements, han reconocido que les deben unas cuantas monedas de oro. Como otras bandas a lo largo y ancho de la historia, el reconocimiento les llegó mucho más tarde de lo merecido. La pose de antihéroe superdotado de Chillton nunca cuajó entre los otros miembros de su grupo y su debate de liderazgo con Chris Bell se zanjó en el 74 con la separación del grupo e iniciando sendas carreras errantes. Chillton retomó el grupo a mediados de los 90 con los omnipresentes Auer y Stringfellow como escuderos, pero nunca llegaron a rallar a un nivel tan alto como en sus inicios. Podríamos discutir durante horas sobre cual de los tres discos es mejor y nunca llegaríamos a una conclusión satisfactoria. Para mí, este Radio City, de guitarras más rasgadoras, más crudo e inmediato, debería ser una asignatura obligatoria en todas las escuelas.

Está claro que “September Gurls” podría estar en cualquiera de los primeros discos de Teenage Fanclub. Supongo que las horas gastadas de mi vida escuchando sus discos tiene una relación causal directa con que cada vez que escuche esta canción piense en ellos y acabe tarareando alguna canción del Bandwagonesque o el Grand Prix. Esta mañana he bajado al curro con su nuevo disco y no he prestado la atención necesaria. De hecho, desde el Songs From Northern Britain, mis expectativas han ido decreciendo. A veces da la sensación de que su fórmula parece haber agotado todos sus recursos, pero esto no resta mérito a sus primeras obras. Grand Prix es seguramente la última mirada al indie del C-86 antes de pasarse definitivamente al pop-folkie carameloso de rasgos más sesenteros.

Jonquil son una joven banda de Oxford. Debutaron en 2006 con Sunny Casinos y siguieron en 2008 con Lions, el disco que nos ocupa. Folk orgánico, ecléctico, luminoso y reflexivo. Un momento. Ya está. Es que después de estos cuatro adjetivos abstractos me ha llamado la Rockdelux por si quería escribir en su revista. Os explico: orgánico porque todo el folk que se hace en las islas británicas no logra quitarse de encima este toque rural a lo Tunng - Fleet Foxes. Ecléctico porque Lions es una mezcla pretenciosa de estilos que les queda más ligada que el alioli de mi abuela. Luminoso porque tiene cortes donde la orquestación alcanza niveles sublimes, abriendo claros en un cielo nublado, como en “Lions” o en la misma “Whistle Low”. Y reflexivo porque no deja de ser un disco de punteos de guitarra y acordes en bucle que se disfruta mejor en solitaria nocturnidad. Siempre me he imaginado a Akron/Family como una banda que contratan las sectas para sus reuniones mensuales. Su raruna personalidad tocó el cielo en Love Is Simple, su disco más inspirado hasta la fecha. Las composiciones cobraban sentido a nivel global y llevaron a los neoyorquinos a ser una de las bandas más destacadas de ese 2007. Es su disco más accesible y una buena puerta de entrada a conocerles. En su último intento, con fecha del año pasado, parecían haber perdido la varita mágica; esperemos que sólo sea algo momentáneo.

Si nos remontamos en el tiempo, vemos que el canadiense Sandro Perri empezó su andadura musical a principios de siglo bajo el pseudónimo de Polmo Polpo. Por aquel entonces hacía música de tintes ambientales e incluso droneros. Múltiples proyectos paralelos hacen que cueste seguirle la pista a lo largo de la década. Seguramente, la más destacada de sus colaboraciones es la que le llevó a formar Glissandro 70 junto a Craig Dunsmuir. Su homónimo debut se publicó en 2006. Por esa misma época sacó un disco de versiones folk de sus composiciones con Polmo Polpo. La gira que le siguió fue un éxito y decidió publicar un nuevo disco con composiciones nuevas bajo la misma tesitura y con su propio nombre. Tiny Mirrors es uno de mis discos favoritos de la década pasada. Viaje rápido al presente para escuchar el nuevo triple disco de Joanna Newsom. Escucharlo del tirón es desaprovecharlo, por lo que estoy escuchándolo por partes. Y me está gustando mucho, considerando la alargadísima sombra que tiene por detrás. Sigue con el áurea élfico que envuelve su arpa, pero las canciones son un poco más directas, como si a ratos consiguiera salir de su pueblo amish. Vamos a ver como avanza, pero va por buen camino. El cierre del disco es para uno de los clásicos de mis queridos Richmond Fontaine, ya sabéis que siempre hablo de ellos como una de mis bandas de cabecera. Ya hace años que cogieron el legado de bandas como 16 Horsepower para seguir contando historias de la América más profunda. Post To Wire es mi favorito de sus discos y "Always On The Ride" me hace saltar lagrimilla.

Espero que os guste. Seguro que a Júlia le encanta "Brandenburg" porque se siente europea, a Luelmo la de Architecture In Helsinki porque es africano de cintura para abajo, a Uri le entusiasmará el nombre de Sandro Perri -dada la circunstancia culé-, pero realmente se enamorará de "Outdoor Miner" y aunque me gustaría que Pau se reconciliara con Joanna Newsom, le va a encantar "Magic Trick" porque le recordará a la noche que tocó la pandereta con un Pacman.