Rockdelux Music Weekend. Día 1

Un Apolo a medio llenar recibió silencioso a Owen Ashworth. Después de dos canciones en solitario con su set electrónico animado y con unas reminiscencias finales a unos Postal Service pasados de vueltas, salieron al escenario Dead Science a ayudarle a pintar un lienzo de rock electrónico con bases folkianas. En formación, como la defensa del Barça: dos laterales adelantados -bateria y set electrónico-, dos centrales -guitarra y bajo- y un medio centro -un teclado rojo ochentero con silla pequeña roja de madera-. Con desarrollos potentes y dejando todo el protagonismo de los poperos estribillos al pequeño teclado, Casiotone For The Painfully Alone fue desgranando perlas de su último trabajo Etiquette y mezclándolas con los cortes más significativos de sus tres anteriores LPs. Concluyendo, buena puesta en escena -soobretodo desde la salida de Dead Science- y conicerto altamente recomendable.

Después de una breve pausa -a destacar la puntualidad de los señores Rockdelux-, salió el otro Owen, Owen Pallett para demostrar su virtuosismo al violín, su virtuosismo con los pedales y su virtuosismo haciéndonos recordar a esa mezcla de Gainsbourg y Neil Hannon que son sus discos. Ayudado por unas proyecciones artesanas, repasó su He Poos Clouds, una de las obras maestras de este año. Luces apagadas, ambiente melancólico, un silencio que se podía cortar y una atmósfera de estupefacción y admiración auparon a Final Fantasy al olimpo de los grandes. Ayudado de violín y piano se ayudó de bucles y repeticiones -à la Joseph Arthur- para tejer un sonido envolvente y atemporal que quedara en la retina de los pocos asistentes ayer en el Apolo.

Tunng se presentaron ante el público barcelonés con tres guitarras acústicas, en primer plano, sentados; una vocalista y multinstrumentista, a un lado, de pie; y en un segundo plano un dj y otro hombre que tenía una paradita montada con todo tipo de instrumentos de percusión. Su combinación de folk y electrónica inundó con delicadeza todos los rincones de la sala. Desde el primer momento quedó claro que no sólo venían a repasar su último trabajo -del que salieron sobradamente airosos, incluso en los cortes más difíciles, sin contar algún que otro gallo de la chica-, también nos regalaron varias canciones de su primer disco Mother's Daughter And Other Songs -la penetrante Mother's Daughter, la pegadiza Tale From Black o la gran Surprise Me, que usaron para cerrar- y su versión del Pioneers de Bloc Party, guitarra de regalo para el acertante. Tunng son la nueva esperanza del panorama británico [modo ironía on: junto con Arctic Monkeys :modo ironía off] y lo confirmaron la noche del viernes en el Apolo con un conierto de quitarse el sombrero, donde ellos se lo pasaron incluso mejor que los asistentes. Esa mezcla de fragilidad y ganas de bailar encandilaron al público barcelonés. Queda Tunng para rato. Y Jenny Again será la canción del año.