Calexico. Sala Apolo (22-10-06)

Esta vez sí. Apolo presentaba una entrada respetable, algo más de tres cuartos, para recibir al duo de Tucson, Arizona, acompañados de dos trompetas, otra guitarra, un bajo, Jairo y Amparo Sánchez. No os sé decir el setlist exactamente, mi memoria es como un coche viejo al que no hay que forzar si después se quiere vender. Sólo tocaron, que yo recuerde, tres canciones del último Garden Ruin (Quarterstick, 2006): Letter to Bowie Knife, Roka y Deep Down. Sí, se dejaron Cruel. Nos deben una. Pero no la echamos de menos. Pronto cayeron El Picador y Quattro, precisamente cuando caían temas del A Feast Of Wire (Quarterstick, 2003) era cuando más se animaba la gente. Across The Wire y la que usaron para cerrar el segundo bis (Guero Canelo) hicieron [tópico] vibrar a un público entregado [/tópico]. La elección de las canciones recogió su vertiente más enérgica y festiva. Sólo a mitad del concierto el ritmo bajó un poco para después recuperarse con la antológica y póstuma versión de Love, Alone Again Or, que les quedó sorprendentemente bien. Si me tengo que quedar con alguna me quedo con Minas De Cobre (For A Better Metal) y con Crystal Frontier que consiguieron rendir el público a sus pies. Joey Burns, como pez en el agua, hizo todo lo posible para que el ánimo no decayera en ningún momento.

A destacar la mejora de según que canciones al salir del disco para interpretarse delante del público. Ejemplo claro es Scout de su debut Spoke (Quarterstick, 1997), que usaron para abrir el primer bis y que rebosó una energía muy escondida tras los wafles de la minicadena. Incluso nos ofrecieron unas canciones nuevas coincidiendo con la presencia de Amparanoia en el escenario a ritmo de un suave ska fronterizo [os pensabáis que no lo diría, eh?] que no desentonaron enmedio de la fiesta. Burns avisó al principio, y al final consiguió transportarnos a todas las fronteras del mundo en un poco más de hora y media. Y es que no relacionar a Calexico con frontera [cuando me animo...] es prácticamente imposible. No tengo mucho más que añadir, sólo que os toméis a Calexico mucho más en serio de lo que os lo tomáis. Esperemos que vuelvan pronto y sigan demostrando porque son una de las bandas más influyentes del panorama musical actual.