Leftovers

Darle al play y empezar a leer:

Fue ayer, en el coche, removiendo entre los discos polvorientos de la guantera, cuando después de probar sin suerte media docena de ellos, di con una recopilación que daba la revista Rock & Folk en el año 2009. Después de oír sin escuchar dieciséis canciones seguidas, con la cabeza perdida en algún sitio irreconocible, la pantallita pasó a marcar la diecisiete. Se abrió una cortina de guitarras y se asomó una voz familiar recitando versos a dinosaurios con la misma elegancia que Lou Reed le cantaba a las travestis del Village.

Fue entonces cuando mi cabeza abrió la compuerta y la sangre llegó después de unos cuantos meses. Me di cuenta de que acababa una etapa y que tenía tiempo de cerrarla yo mismo escribiendo cuatro palabras antes de que se cerrara sola, como una herida a la mañana siguiente; sellándose con el dolor en sus adentros. O como dice el pusilánime de Jarvis "I wanna love you, whilst we both have the flesh upon our bones, before we both become extinct". 

Mi memoria voló a un Primavera Sound demasiado lejano como para recordar más allá de sombras, sonidos y sentimientos. Me recordé escorado en un lateral, relativamente lejos del escenario, como siempre nos gustaba estar. Una canción que no conocíamos, como tantas otras veces. Y un sentimiento de unión a algo que pocas veces he vuelto a tener. Cuando tu cuerpo, los de tus amigos, el suelo, la música y el aire pasan a ser una sola cosa y nada más importa y esa suma de vagos recuerdos acaba atándose a ellos y al aire y al suelo y a la música. Para siempre.

Pero la canción seguía avanzando y el siguiente parón hablaba sobre las sobras, los remanentes de amor que a veces quedan sin compartir. En 2011 empecé una aventura con dos amigos que se volvieron más amigos y en 2012 con otro amigo más que no podía volverse más amigo por lo que simplemente volvió a ser el gran amigo que siempre había sido y una de las cosas que más me duele de irme es saber que no podré llegar a casa por las tardes sabiendo que el día acaba de empezar, ni reír mirando programas estúpidos o jugando a juegos estúpidos o cocinando platos estúpidos o escuchando discos estúpidos. 

I told you once, and then I told you twice, and now I told you three times, and at the risk of repeating myself I'm gonna say it again. Echaré de menos silbar durante toda la mañana las canciones que cantaba Pau a primera hora, despertar a Uri cocinando al volver de fiesta un sábado por la noche, y compartir con él una buena carrera de coches a la mañana siguiente. Echaré de menos que Franc entre en mi habitación para decirme cualquier cosa. Cualquier cosa. Echaré de menos escuchar a Pau y Ali riéndose después de apagar las luces. Los raviolis del viernes. Cada día. Los mil dos cientos diecinueve Días que he compartido con vosotros.