Dia 3.
El sábado lo abrió Kimya Dawson en el Auditori pero yo no llegué, así que si tenéis curiosidad por saber como sonó puede que mis compañeros os hagan un esquema. Pedírselo educadamente que son un poco susceptibles. Yo llegué al final, justo para ver un abrazo gigante entre Kimya y el público. Nos quedamos en el Auditori para ver a Shannon Wright. Estábamos muy cerca y aún así no le vi la cara. No nos quedamos todo el concierto, pero por lo que vimos parecía en otro mundo; estaba descafeinada. Empezó en el piano, desnudando los temas de su reciente Let In The Light. Estaba patosa con el piano, no consiguió transmitirme la emoción encerrada en el disco -uno de los grandes de lo que va de año-. Después, con la guitarra, un poco más suelta, parecía más interesada en menear el culo ante la audiencia que en interpretar canciones. Bajo mi punto de vista, una de las grandes decepciones del festival. Salimos del Auditori para ir a ver a Le Pianc y la cosa fue mejor. Canciones sin precupaciones, pop divertido deudor de todos los grupos luminosos de los noventa españoles. Y sí, supongo que la sombra de Stereolab sigue siendo muy alargada. Me gustaron más en directo que enlatados. Divertido.
Volvimos al Auditori para intentar ver a Jonathan Richman pero la cola era interminable y decidimos darle una oportunidad a The Apples In Stereo. Llegamos a ver la segunda parte del concierto y la liaron bastante gorda. Llegamos con "7 Stars", incluída en New Magnetic Wonder, otro de los discos importantes de lo que va de año; y abrió la veda para que sonaran cuatro o cinco de los temas más significativos de éste disco. El cierre, con una "Same Old Drag" hiperactiva, me hizo pensar que hubiese sido un buen concierto para disfrutar entero. Confiaremos en que alguien los traiga más adelante y podamos disfrutarlos otra vez en una sala. Lo mismo que Ted Leo and the Pharmacists; sólo pudimos ver de pasada su versión del One More Time del Daft Punk y la cosa prometía. Después de unas cuantas cervezas nos fuimos al Rockdelux a ver a los australianos Architecture In Helsinki.
Seguramente este concierto entrada la noche hubiera funcionado mucho mejor. A las 20.15 de la tarde entró con calzador; y no fue por la poca entrega de grupo o público, puesto que ambos nos esforzamos bastante. Estuvieron divertidos y entretenieron al personal, que de eso trata su música. Ahora bien, musicalmente no acabaron de sonar compactos, la voz del cantante no estuvo a la altura y los detalles del disco a veces se diluían en un muro de sonido. A favor un setlist bien confeccionado con todos los temazos de sus dos discos y cerrado con su nuevo single: "Heart It Races". Supongo que el adjetivo vuelve a ser divertido.
Y entonces llegó ella. Y con ella los cabezones de la noche.
Patti Smith es un huracán arriba del escenario. Pero no un huracán físico, sino un huracán emocional. Su personalidad asusta e impide que puedas estar pendiente de otra cosa que no sea ella, su voz, sus canciones. El concierto empezó tranquilo, con las canciones más contenidas de su último disco y alguna de las joyas de su discografía -esa "Redondo Beach" tempranera-. Poco a poco fue alternando esa calma con una calma un poco más tempestiva; "Soul Kitchen" sonó de escándalo. "Because The Night" fue el punto de inflexión; a partir de ahí se desató la furia. "Pissing In A River", "Gloria" y "Rock 'n' Roll Nigger" sonaron como una placentera patada en las pelotas. Sólo cabe añadir que es una suerte haberla visto y deciros que esto es como ir a Cuba antes que muera Fidel... hay que hacerlo. Así que ya sabéis si alguna vez tenéis la opción, no la desaprovechéis. ¿Cuantos años decis que tiene?
Después cenamos -no, no fuimos a ver a Albarn y los suyos- y fuimos directos a ver a Sonic Youth tocar de cabo a rabo su Daydream Nation.
No voy a decir mucho del concierto. Para mí, fue (de calle) el mejor concierto de todo el festival. Sin lugar a dudas. Pocas veces tendremos la oportunidad ver a unos Sonic Youth totalmente en forma, tocar los temas de finales de los 80 durante más de hora y media. Y es que si le quitas las arrugas a Kim y las canas a Lee, parece que aún sean adolescentes. Y el Daydream Nation es perfecto, así que... Si tengo que elegir los puntos álgidos del concierto, escogería el inicio ("Is this fucking crazy, or what?") con ese "Teenage Riot", una enorme "'Cross The Breeze" y a espectacular clausura con "Trilogy" que no logro alejar de mi cabeza ("It's an anthem in a vacuum on a hyperstation / Day dreaming days in a daydream nation"). Hicieron un bis con "canciones de este siglo" pero como para ver Sonic Youth performing Rather Ripped tenemos toda la vida, nos fuimos a Buzzcocks. Y en líneas generales los Buzzcocks defraudaron . Digo en líneas generales, porque si les seguías el juego y llegabas a emborracharte tanto como ellos, acababas disfrutando del concierto. Pero si lo veías con ojos sobrios, los ingleses parecían una colección de defectos. Sole os hará una explicación más profunda desde el conocimiento del grupo, yo sólo os puedo decir que ni los temas más míticos -tocaron prácticamente entero el Operator's Manual- llegaron a lo que esperaba de ellos. No se les oía cantar y los riffs no se distinguían entre el muro de sonido acoplado que construyeron. Según Uri, lo que diferenciaba a Buzzcocks de los otros compañeros punkarras de su generación era la capacidad de crear melodías que acompañasen los guitarrazos. El sábado se las dejaron en casa.
Wilco serían los encargados de cerrar esta edición del Primavera Sound. La única crítica posible es que se resisten a mirar más atrás del Summerteeth. Como si hubiesen olvidado sus primeros discos, como si su sonido actual no fuese compatible con "Hotel Arizona" o "Dreamer In My Dreams". Sólo tocaron dos del Summerteeth -¡pero qué dos!: "A Shot In The Arm" y una espectacular "Via Chicago"- y para el resto recurrieron a sus últimos tres discos. Sonaron flojos de volumen, pero supongo que fue intencionado. Lo más destacable es que las canciones nuevas parecen himnos cuando las ves en directo. Tenía el Sky Blue Sky aparcado pero después del concierto del sábado voy a intentar recuperarlo. "Impossible Germany" es un temazo. ¿Que qué canciones tocaron? Pues así que me acuerde... una "Jesus, Etc." de piel de gallina, "I Am Trying To Break Your Heart", "I'm The Man Who Loves You", "War On War", "Hummingbird" y una espectacular "Spiders (Kidsmoke)" que sirvió para cerrar el concierto antes del bis. La voz de Tweedy es hipnótica y la compenetración con su grupo es total. Consiguen plasmar esos altos y bajos tan patentes en A Ghost Is Born en un directo que juega con las emociones, elevan al público y cuando estan a punto de estallar de emoción les dejan caer a guitarrazos. Otro conciertazo.
El sábado lo abrió Kimya Dawson en el Auditori pero yo no llegué, así que si tenéis curiosidad por saber como sonó puede que mis compañeros os hagan un esquema. Pedírselo educadamente que son un poco susceptibles. Yo llegué al final, justo para ver un abrazo gigante entre Kimya y el público. Nos quedamos en el Auditori para ver a Shannon Wright. Estábamos muy cerca y aún así no le vi la cara. No nos quedamos todo el concierto, pero por lo que vimos parecía en otro mundo; estaba descafeinada. Empezó en el piano, desnudando los temas de su reciente Let In The Light. Estaba patosa con el piano, no consiguió transmitirme la emoción encerrada en el disco -uno de los grandes de lo que va de año-. Después, con la guitarra, un poco más suelta, parecía más interesada en menear el culo ante la audiencia que en interpretar canciones. Bajo mi punto de vista, una de las grandes decepciones del festival. Salimos del Auditori para ir a ver a Le Pianc y la cosa fue mejor. Canciones sin precupaciones, pop divertido deudor de todos los grupos luminosos de los noventa españoles. Y sí, supongo que la sombra de Stereolab sigue siendo muy alargada. Me gustaron más en directo que enlatados. Divertido.
Volvimos al Auditori para intentar ver a Jonathan Richman pero la cola era interminable y decidimos darle una oportunidad a The Apples In Stereo. Llegamos a ver la segunda parte del concierto y la liaron bastante gorda. Llegamos con "7 Stars", incluída en New Magnetic Wonder, otro de los discos importantes de lo que va de año; y abrió la veda para que sonaran cuatro o cinco de los temas más significativos de éste disco. El cierre, con una "Same Old Drag" hiperactiva, me hizo pensar que hubiese sido un buen concierto para disfrutar entero. Confiaremos en que alguien los traiga más adelante y podamos disfrutarlos otra vez en una sala. Lo mismo que Ted Leo and the Pharmacists; sólo pudimos ver de pasada su versión del One More Time del Daft Punk y la cosa prometía. Después de unas cuantas cervezas nos fuimos al Rockdelux a ver a los australianos Architecture In Helsinki.
Seguramente este concierto entrada la noche hubiera funcionado mucho mejor. A las 20.15 de la tarde entró con calzador; y no fue por la poca entrega de grupo o público, puesto que ambos nos esforzamos bastante. Estuvieron divertidos y entretenieron al personal, que de eso trata su música. Ahora bien, musicalmente no acabaron de sonar compactos, la voz del cantante no estuvo a la altura y los detalles del disco a veces se diluían en un muro de sonido. A favor un setlist bien confeccionado con todos los temazos de sus dos discos y cerrado con su nuevo single: "Heart It Races". Supongo que el adjetivo vuelve a ser divertido.
Y entonces llegó ella. Y con ella los cabezones de la noche.
Patti Smith es un huracán arriba del escenario. Pero no un huracán físico, sino un huracán emocional. Su personalidad asusta e impide que puedas estar pendiente de otra cosa que no sea ella, su voz, sus canciones. El concierto empezó tranquilo, con las canciones más contenidas de su último disco y alguna de las joyas de su discografía -esa "Redondo Beach" tempranera-. Poco a poco fue alternando esa calma con una calma un poco más tempestiva; "Soul Kitchen" sonó de escándalo. "Because The Night" fue el punto de inflexión; a partir de ahí se desató la furia. "Pissing In A River", "Gloria" y "Rock 'n' Roll Nigger" sonaron como una placentera patada en las pelotas. Sólo cabe añadir que es una suerte haberla visto y deciros que esto es como ir a Cuba antes que muera Fidel... hay que hacerlo. Así que ya sabéis si alguna vez tenéis la opción, no la desaprovechéis. ¿Cuantos años decis que tiene?
Después cenamos -no, no fuimos a ver a Albarn y los suyos- y fuimos directos a ver a Sonic Youth tocar de cabo a rabo su Daydream Nation.
No voy a decir mucho del concierto. Para mí, fue (de calle) el mejor concierto de todo el festival. Sin lugar a dudas. Pocas veces tendremos la oportunidad ver a unos Sonic Youth totalmente en forma, tocar los temas de finales de los 80 durante más de hora y media. Y es que si le quitas las arrugas a Kim y las canas a Lee, parece que aún sean adolescentes. Y el Daydream Nation es perfecto, así que... Si tengo que elegir los puntos álgidos del concierto, escogería el inicio ("Is this fucking crazy, or what?") con ese "Teenage Riot", una enorme "'Cross The Breeze" y a espectacular clausura con "Trilogy" que no logro alejar de mi cabeza ("It's an anthem in a vacuum on a hyperstation / Day dreaming days in a daydream nation"). Hicieron un bis con "canciones de este siglo" pero como para ver Sonic Youth performing Rather Ripped tenemos toda la vida, nos fuimos a Buzzcocks. Y en líneas generales los Buzzcocks defraudaron . Digo en líneas generales, porque si les seguías el juego y llegabas a emborracharte tanto como ellos, acababas disfrutando del concierto. Pero si lo veías con ojos sobrios, los ingleses parecían una colección de defectos. Sole os hará una explicación más profunda desde el conocimiento del grupo, yo sólo os puedo decir que ni los temas más míticos -tocaron prácticamente entero el Operator's Manual- llegaron a lo que esperaba de ellos. No se les oía cantar y los riffs no se distinguían entre el muro de sonido acoplado que construyeron. Según Uri, lo que diferenciaba a Buzzcocks de los otros compañeros punkarras de su generación era la capacidad de crear melodías que acompañasen los guitarrazos. El sábado se las dejaron en casa.
Wilco serían los encargados de cerrar esta edición del Primavera Sound. La única crítica posible es que se resisten a mirar más atrás del Summerteeth. Como si hubiesen olvidado sus primeros discos, como si su sonido actual no fuese compatible con "Hotel Arizona" o "Dreamer In My Dreams". Sólo tocaron dos del Summerteeth -¡pero qué dos!: "A Shot In The Arm" y una espectacular "Via Chicago"- y para el resto recurrieron a sus últimos tres discos. Sonaron flojos de volumen, pero supongo que fue intencionado. Lo más destacable es que las canciones nuevas parecen himnos cuando las ves en directo. Tenía el Sky Blue Sky aparcado pero después del concierto del sábado voy a intentar recuperarlo. "Impossible Germany" es un temazo. ¿Que qué canciones tocaron? Pues así que me acuerde... una "Jesus, Etc." de piel de gallina, "I Am Trying To Break Your Heart", "I'm The Man Who Loves You", "War On War", "Hummingbird" y una espectacular "Spiders (Kidsmoke)" que sirvió para cerrar el concierto antes del bis. La voz de Tweedy es hipnótica y la compenetración con su grupo es total. Consiguen plasmar esos altos y bajos tan patentes en A Ghost Is Born en un directo que juega con las emociones, elevan al público y cuando estan a punto de estallar de emoción les dejan caer a guitarrazos. Otro conciertazo.
2 comments:
Cada cop que escolto impossible germany em recordo del concert, i em quedo empanat veient el guitarrista fent el piruriru-piruriru... Enorme.
Avui estudiant l'he sentida cinc cops.
Per a mi els millors concerts van ser Patti (faig flipar) i Wilco. Van sonar molt bé i em van arribar molt, tu.
faig flipar vull dir vaig
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