Monday, November 05, 2012
Red Blue Eyes
Tiene cojones la cosa. Busco en youtube la canción sobre la que quería hablar hoy, y no encuentro más que un video casero, con un plano fijo y sin cortes, en la que aparecen un sinfín de personas corriendo la media-maratón de Behobia a San Sebastián. Y digo que tiene cojones porque este fin de semana que viene voy a Donostia a lo mismo: ver como un centenar de atrevidos pasan por mi lado buscando ganarse a ellos mismos. Fijo y sin cortes. Si el libro de Murakami no me picó la curiosidad lo suficiente como para lanzarme a correr por diversión, ya nadie lo va a conseguir. Pero esta historia os la cuento otro día.
Antes, Herman Dune se hacían llamar Herman Düne. No salían en anuncios, ni llenaban grandes superficies con sus conciertos. Con ellos estaba André, hermano de David. Los dos se pelearon, sin puños pero en sueco, y decidieron que había llegado el momento de separar sus destinos.
Antes de todo esto, cuando la diéresis aún coronaba la u, cuando todavía quedaban pájaros para amenizar las mañanas urbanas, cuando ellos eran dos pobres viajando por países ricos; Herman Düne se dedicaban a hacer canciones tan bonitas como "Red Blue Eyes".
La estupidez del video de la carrera de Behobia tiene algo de bello. Esperas que pase algo mientras ves pasar a la gente. "Mira qué alto", "ésta ya no puede más". Te entretienes mirando como pelean sus sombras en el suelo, te pones a pensar que qué solo te sentirías viviendo en esa casa y por dónde habrán desviado los coches que quieran llegar a San Sebastián ese día. Pero sigue sin pasar nada y acaba. Al final te das cuentas que has disfrutado de todas las estupideces que han pasado en estos tres minutos, inconexas entre ellas, pero bellas por ser mundos imaginarios que comparten un espacio de tiempo en tu cabeza.
"Red Blue Eyes" es algo así. No tiene mucho sentido como un todo, pero cada verso te lleva a un sitio distinto y queda tan encajado con el anterior que su sucesión se te queda en la cabeza; como las tonadillas de los abecedarios.
"I do my talking at coffee tables"
"Don't you hate it when people are not what they seem?"
"I like the setting sun in the west"
"I love it when people just sound like their names"
Vas esperando un estribillo que nunca llega y cuando acaba te das cuenta que de cada frase podrías hacer una canción y te la vuelvas a poner para que te dé tiempo de ir y volver de cada una ellas.
I love it when night falls in Hoboken / And it will fall again / True word was never spoken.
Buenas noches Yo La Tengo.
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