Thursday, September 27, 2012
Metal Heart
Me imagino el proceso compositivo de Chan Marshall, con esa olla de partículas hirviendo que tiene en la cabeza, como algo absolutamente incomprensible para alguien como yo. Me imagino que tiene algo en la cabeza; una idea, un sentimiento que no sabe vocalizar pero que le sale en forma de poesía cuando agarra el lápiz. Cuando embellece ese pensamiento y lo traduce en estrofas, esconde el verdadero significado, o lo que fuere que sintiera en ese momento. Como un tesoro. Un tesoro que para llegar a encontrar tienes que buscar en ti mismo y no en su origen. Imagino que esto pasa con la mayoría de las canciones con algo de contenido, no?
Lo cojonudo es que el tesoro no es siempre el mismo. Si intento volver lustros atrás y recuerdo lo que entendí cuando escuché por primera vez Metal Heart, creo que iba por la senda de la "carta a un ex" o algo así. Como una reprimenda.
Ahora ha sacado disco. Y como siempre en estas ocasiones, acostumbra a venir acompañado de una invasión mediática; te vuelve a generar interés. Lo que me acostumbra a pasar en estos casos es que me abruma un poco y evito entrar de golpe. Primero busco refugio en lo conocido, en el pasado que me hace recordar y sentir seguro. Por eso hace unos días volví a recuperar el Moon Pix. Otra vez, volví a encontrarme con Metal Heart.
Ahora tiene otro significado distinto. Metal Heart es la personificación de un yo, del yo conformista, del que sigue la corriente y no busca lo que realmente quiere. El otro yo le dice eso de "Oh hidy hidy hidy what're you trying prove? / By hidy hidy hiding you're not worth a thing", y es que además suele ser el yo que toma las decisiones, la Razón. Recuerdo que había esta frase "and you'll be in a very sad sad zoo", que no sabía a qué coño venía. Ahora veo el zoo como la prisión etérea de la que tu alma más salvaje no puede escapar. La comparación es tan ridícula como brillante.
Sobre la música no hay mucho que decir. Me iría con la voz de Chan al fin del mundo. Lo digo de verdad. Prefiero estar con esa voz que formar una familia o caminar con los pies descalzos sobre césped recién regado o lo que sea que la gente dice que le hace sentir bien. Si hay un momento que recordaba exactamente igual y que no ha cambiado con el paso de los años es cuando entra la batería. Qué hija de puta, como sabe crear esos momentos de tensión. Sólo aparece cuando quiere subrayar algún momento clave de la canción, pero no la echas de menos cuando no está.
Metal Heart, you're not worth a thing. A vivir que son dos días.
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