Hace muchos años, el principal volumen de venta de música venía dada por el formato single. Grandes artistas de los años 50, se jugaban la reputación y el sueldo con el lanzamiento de grandes canciones con pequeños discos de vinilo -de 7 pulgadas de diámetro-, normalmente acompañadas de alguna cara B. No fue hasta bien entrada la década de los 60, cuando gentuza como Bob Dylan o incluso grupos hasta la fecha obsesionados con las listas de singles más vendidos como los Beach Boys o los Beatles, se dieron cuenta del potencial narrativo de un LP. Podían crear un discurso durante 40 minutos, con sus altos y sus bajos, sus argumentaciones, sus gritos, sus súplicas. Se dieron cuenta que podían ser como Faulkner o Chandler, que podían contar historias más profundas, que no se quedaran en la superficial intención comercial de realizar productos pegadizos de 2 minutos. Si nos vamos al símil del parque de atracciones; un single es como la atracción del mazo que hace subir el contrapeso hasta alturas altísimas. El LP pasaba a ser como el laberinto: para gente más adulta, con ganas de razonar y sacar jugo de cada experiencia. De alguna manera, tenía sentido que cuando los grupos se hacían mayores, quisieran que la gente valorara su arte de una manera más adulta.
Pero claro. Había que seguir haciendo dinero. Y no había tiempo de poner una obra conceptual de 50 minutos por la radio. Había que seguir fabricando una bala que viajara por las ondas y cautivara a primera escucha a tanta gente como fuera posible. El "Single" como se ha entendido desde los 70 hasta la actualidad, es una carta de presentación de un nuevo álbum del grupo. Incluso, desde los últimos Beatles, y sobre todo durante la segunda mitad de los 70 con la llegada de "Bohemian Rhapsody", suele venir acompañado de un videoclip para impactar tanto a oyentes de radio como a tele-espectadores.
Las discográficas escogían la canción con más potencial comercial de las presentadas por los grupos (si no existía, la acababan consiguiendo) y la mandaban a todo títere con cabeza y micro. Esta sería la que tirara de las ventas de los álbumes, que seguían creciendo en detrimento de las ventas de singles.
Con la explosión de internet y el auge de compartir o comprar música sin formato físico, el poder del single ha disminuido. Tienes a un click todo lo que quieras, por lo que esa carta de presentación no es tan importante. De todas maneras, se siguen presentando "adelantos" de álbumes en forma de canciones en blogs, revistas, radios y páginas webs especializadas. Y las canciones vam acompañadas de increíbles videos musicales, que se han convertido en objeto de culto después de la llegada de realizadores como Cunningham, Jonze, Gondry y etcéteras. Esos videos musicales también funcionan como "adelantos" de próximo lanzamiento de álbum.
Los álbumes ya no son para la mayoría de grupos la principal fuente de ingresos, son los directos. Y los adelantos de canciones son las que después los fans corean en los conciertos y acaban siendo una de las principales fuentes de atracción de los espectadores a los conciertos.
Hasta aquí todo claro. Pero después llegaron Animal Collective. Estos freaks elevados por la prensa musical a gurús de la evolución cultural, han girado los tornos. Su esquema es distinto: crean canciones > las finalizan y apuntalan > graban un disco > crean más canciones > se van de gira por medio mundo > como ya se han olvidado de las canciones que grabaron para el último álbum, se dedican a practicar las nuevas creaciones delante de la gente, entender su feedback y mejorarlas > cuando acaban la gira, finalizan y apuntalan las nuevas canciones > graban un álbum.
Como resultado, los "adelantos" musicales de sus nuevos álbumes son piezas de orfebrería con el sello "Validado por los fans" con un cierto deja-vu, y sus conciertos no tienen nada que ver con lo que el respetable está esperando.
Toda esta introducción sólo viene porque quería enseñaros la nueva (¿nueva?) canción de Animal Collective, pero tengo poco trabajo y doy rienda suelta a mis dedos. A los que los habéis visto durante 2011 seguro que os sonará:
1 comment:
La otra reflexión podría haber consistido en sumergirme en como es de los pocos adelantos que escucho cada año. O sobre que nunca salgo descontento. O mejor, como puede llegar a afectarme mentalmente para que sea de los pocos momentos del año donde puedo escuchar una canción 4 o 5 veces seguidas sin rechistar.
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